Diario de un asesino a sueldo: Capitulo 3 El ejercito
Empezar en el ejército no fue fácil. ¿Habéis visto películas? Todas esas novatadas, esa manera de joder a los de rango más bajo… No, no son solo ficción.
En mis primeros días en el cuartel, sin que fuera soldado si quiera, alguien se cagó en las duchas, ahora os sonará gracioso, pero para nosotros no lo fue, cuando el sargento lo vio nos castigó a todos. Nos puso a todos en una fila delante de una alcantarilla llena de mierda y uno por uno nos hizo bajar y arrastrarnos hasta salir por el otro extremo.
¿Quién fue? Tengo mis sospechas, había un cabo que decía que todos los años alguien lo hacía, todos los años pasaba y él era el único que estaba todos los años y sobre todo, el único que lo contaba, pero, ¿Qué íbamos a hacer? Él era un cabo, nosotros éramos unos soldados de mierda que acababan de entrar.
Hasta que dejé de ser soldado, las cosas no fueron de rosa, novatadas, putadas y todo lo que os podáis imaginar. Sé que os dije que de mis 15 años, 4 fueron en los paracaidistas y 2 en las fuerzas especiales, pero los otros 9, fuero haciendo misiones. Afganistán, Irak, Equipo de reacción rápida en países bajos...
Allí vi morir mucha gente, algunos eran enemigos, o al menos eso quería el gobierno que pensásemos de ellos, otros eran mis amigos, mis compañeros de cuartel, allí aprendí a matar dejando los sentimientos de lado, ¿quién me iba a decir a mí que me ayudaría a ganarme la vida en el futuro?