Equipamiento y consejos para un viaje de ruta en Australia
Hola queridos compas, aquí les paso un resumen de los tips pre viaje y cómo equiparse antes y durante su aventura por el desierto australiano. Este es una parte del relato completo del viaje de ruta por casi todo Australia entre los años 2013 y 2014. El link al post completo de mi blog está al final.
La van antes de ser pintada
EL VEHICULO
Nuestra experiencia de viaje fue en una van, pero las opciones no tienen límites. Lo más importante es que mecánicamente aguante el tipo de sacudón que planean hacer. Recuerden que cruzarán largas distancias de tierras salvajes y desoladas, con temperaturas muy altas. Comprar autos usados siempre es una lotería y nada está asegurado. Un chequeo mecánico pre viaje no hace mal al alma.
EQUIPAMIENTO
Antes de salir rumbo a lo salvaje, les recomiendo darse una vuelta por tiendas de segunda mano u Op Shops (opportunity shops), como Good Sammy, Salvation Army, Red Cross, etc. Siempre tienen algo que les hará falta. Y si no buscan nada, también son lugares dignos de una visita cada tanto. Nosotros nos volvimos apasionados de estas tiendas y su olor a geriátrico, atendidos por jubilados con la mejor onda que puede haber. Casi la totalidad de nuestro equipamiento vino de estos negocios, desde cubiertos y ropa, a patas de rana y raquetas de badmington. No sólo ahorran dinero, sino que colaboran con el reciclado.
Teléfono: recomiendo conseguir un sim card de la empresa Telstra. Es un poco más cara que Vodafone y el resto, pero tiene la mejor cobertura del país. Mejor tener señal allá afuera.
Mapas: tanto para guiarse en zonas urbanas como salvajes. Nosotros usamos la marca HEMA y va muy bien. Nunca usamos GPS, aclaro, y tampoco hace falta. En el desierto no hay muchas más rutas asfaltadas que las principales y en las ciudades, sobra tener un mapa en la mano.
Nuestro mapa y el recorrido marcado en azul.
Libro con las zonas de descanso:
Las rest areas abundan por todo el país y son lugares vitales para pasar la noche en el desierto. Con este libro podrán planear sus días sabiendo la ubicación de cada uno de estos puntos. Al saber que distancia hay hasta el próximo descanso les dará tranquilidad mental en uno de los medio ambientes más peligrosos del mundo. Hay aplicaciones para el celular con esto, pero muchas veces estarán tan remotamente localizados que ni siquiera Telstra y la NASA podrán llegar.
En alguna parte de la inmensidad
Conservadora: a falta de refrigerador, he aquí la versión barata y ecológica para que no se les mueran tan rápido los alimentos.
Bidón de 20 Lts o similar dimensión: en nuestro caso teníamos uno para el agua potable y otro para el combustible. El último no siempre tiene que estar lleno. Nosotros lo cargamos en casos especiales en pleno desierto y con distancias muy largas sin contacto humano. A pesar de eso, debo decir con la cabeza gacha, que nos quedamos sin nafta más de una vez en el medio de la nada. Otra razón de usarlo, es aprovechar y llenarlo a precio más bajo si saben a cuánto puede estar más adelante. Quizá es mucha especulación, pero seguro se ahorran unos billetes. No recomiendo llevarlo siempre lleno porque recuerden que a mayor peso, mayor será el consumo.
Mientras que el de agua puede ser recargada en cualquier estación de servicio, ya que la que viene de red es potable, pero siempre por las dudas, preguntar antes.
Cargador para auto: se enchufa al mechero del vehículo y mientras estén en marcha pueden ir cargando todo. Cámaras, celulares y computadoras van a parar ahí.
Ítems de cocina: olla, sartén, cubiertos, platos, vasos, tabla para picar. Una hornalla portátil es fundamental si su van no lo tiene incorporada. Si tienen lugar atrás recomiendo una a garrafa recargable, porque las que usan las latas de gas son un atentado al medio ambiente y a su billetera.
Amasando pansitos planos. Fáciles de cocinar en tránsito.
Ducha portátil: es verdad que en lo salvaje nadie se preocupa cómo huelen, pero mejor sorprenderlos cada tanto. La ducha es básicamente una bolsa negra de plástico que se carga y se cuelga de un árbol durante el día. Para la tarde tendría que estar a temperatura ideal. La misma agua que usen para bañarse sirve para lavar algo de ropa. Allá afuera, el agua es un lujo. Y de la intimidad ni se preocupen, sólo algunos canguros pueden llegar a curiosear.
ALGUNOS CONSEJOS MÁS…
Preguntar todo:
Nuestra rutina tan pronto llegamos a un pueblo es ir al centro de información turística (a veces brillan por su ausencia), biblioteca, o centro comunal. Preguntar por duchas públicas, Wi-Fi gratis, y parrillas eléctricas. Estas últimas son más planchas metálicas que parrillas y están desparramadas por todo el país, en playas, parques, plazas, y hasta en zonas de descanso en pleno desierto. Son de uso gratuito y una buena oportunidad de no gastar su propio gas para cocinar.
En definitiva, tratar de sacar lo máximo posible de información de cosas gratis y que les sirva.
Cocinas gratis y públicas
Conservar comida sin refrigeración: como ya sabemos, el sol pega fuerte en Australia, y más en plena ruta sin resguardo. Por eso tuvimos incontable cantidad de alimentos perdidos por los picos de temperatura durante el comienzo del viaje. No son consejos super locos, pero a nosotros nos dieron un alivio más de una vez:
1- Menos humedad, mejor: alimentos secos, como leche, café, té, arroz, pasta seca, cereales, frutos secos, harinas, quesos duros (y hasta ahí nomás), etc., fue la mayoría de nuestra variedad culinaria como sobrevivientes al calorón que hace. Los frescos serán ingeridos con prioridad absoluta, como verduras, frutas, y quesos blandos, por ejemplo. Lo que sobre va a parar a la conservadora.
2- Uso práctico de la conservadora: se nos ocurrió dejar esta pieza clave de la cocina abierta de noche para cuando el mercurio acusa números más bajos. De esta manera se aprovecha cada minuto de frescura que será decisivo durante el día. Para esto, la abrimos al atardecer y la cerramos antes o durante el amanecer.
3- Deshidratación desértica: cuando descubrimos algunos mercados de verduras que vendían en cantidad y ridículamente barato (como el Mercado Central de Adelaide), sentimos que habíamos tocado el cielo e indiscutiblemente se convirtió en nuestra era dorada de abundancia. Kilos de tomates a 2 dólares, cajas de champignones al mismo precio, bananas, y lo que se les ocurra de una verdu por monedas. Pero era verano y no teníamos como refrigerar todo eso. La merca venía como se iba. Un caluroso día decidimos convertir a nuestro peor enemigo, el sol, en nuestro benefactor. Comenzamos a trozar los vegetales, agregarles una pisca de sal y a desparramarlos en planchas de cartón bajo los rayos que parecen derretir hasta la chapa. Después de varias horas queda un surtido de verduras deshidratadas con una vida útil mucho más larga. ¡Un deleite de sabores!
La era dorada de la abundancia
EN DEFINITIVA…TODO SE PUEDE
Esto es lo que nos pareció importante al momento de cruzar el hermoso y único Outback australiano.
Espero que les haya servido y si tienen algo para agregar me encantaría que lo compartan. Cada experiencia es única junto con lo que lleven encima. No necesariamente tienen que cargar lo mismo que nosotros, sólo ganas de disfrutar semejante experiencia.
Que tengan un buen viaje si están por largar, y ojalá esto inspire a los que tienen ganas pero no se animan.
¡Gracias!
Les dejo el post completo: http://mochilasperegrinas.com/index.php/2014/10/30/equipamiento-y-consejos-para-un-roadtrip-australiano/