¿Que se aprende en la universidad?
Alguna vez en la vida todos hemos escuchado historias de personas que, sin haber estudiado, han logrado ser reconocidas, tal vez no ser famosas, pero si ser respetadas en su trabajo, de la misma forma, seguro han oído historias diametralmente opuestas, casos de personas que estudian y no logran nada más allá del título universitario; Así que uno puede preguntarse ¿De qué sirve la universidad entonces?
Aquí les presento mi opinión al respecto: La universidad te forma en conocimientos, y si se lo permites te forma como persona, pero no te asegurará la vida, ni el éxito.
Esas pocas palabras resumen, lo que en mi experiencia (En su mayoría por medios de observación, y reflexión) es la labor de la universidad, si, te llenará la cabeza de conocimientos, pues es su función principal, pero una vez en ella, debes aceptar todos aquellos aspectos extracurriculares que la misma ofrece, porque ciertamente, no todo aprendizaje se trata de memorizar algo y repetirlo, hay aspectos que son mucho más trascendentes.
Hay una razón por la cual un cliché de la cultura popular es representar a los universitarios como personas bohemias y/o apasionadas a la hora de discutir ideas, la razón es que en cualquier universidad es fácil encontrar a alguien así, y allí radican unas de las lecciones más importantes que te puede dar la universidad: Expresarte y dejar que los demás lo hagan.
Una vez dentro del ambiente universitario es común darse cuenta, más temprano que tarde, lo diferentes que pueden llegar a ser las personalidades y los puntos de vista, es de estos contrastes de ideas tan abundantes que nace el deseo de formar parte de esas discusiones, de esas exposiciones y clases magistrales sobre temas que pueden no tener relevancia alguna, pero que son discutidos como si el mundo dependiera del resultado de la conversación.
Es en esos escenarios diarios donde una persona empieza a nutrirse de conocimiento extra académico, con el pasar del tiempo, los temas vendrán y se irán, es probable que algunos lo hagan varias veces, pero los argumentos a la hora de defender las posiciones mejoran con el tiempo, fiel testamento al objetivo de los estudios académicos (formar hasta lograr la excelencia).
Pronto alguien se dará cuenta que los patrones se repiten, algunas personas discuten solo para hacer enojar a los demás (Como los trolls de internet), otros utilizan términos rimbombantes para hacer perder la concentración a sus interlocutores, unos solo se enfocan en lanzar insultos al verse en el lado equivocado de la razón, y un sinfín de otros tipos de comportamiento. Pero a la vez que los descubre, aprenderá (si se dedica a ello) a tratarlos, la cual es una habilidad extrapolable a todos los aspectos de la vida.
Y si bien es verdad que las discusiones de ese tipo no son exclusivas de las universidades, no hay sitio en la vida de una persona promedio en el que las mismas sean más abundantes.
Luego vendrán situaciones en las que tratar con los profesores, aquellos entes que al principio parecen ser supra humanos (Ubermench diría Nietchze) para sus alumnos, y que con el pasar de las clases, se pueden volver más imponentes o más humanos. Esta dinámica que presenta la estructura educativa, puede ser fácilmente comparada a la de empleado-jefe, siendo los empleados los estudiantes, y los jefes los profesores.
Siempre habrá aquel jefe insoportable, aquel que se considera un ogro, quien no permite errores, o que simplemente no es agradable, pues todo esto se encuentra en igual medida en las aulas de clases con nombre de “profesor”. Pues claro que no todos son malos, hay casos donde un buen profesor puede cambiar la vida de un alumno, y esto también puede ser dicho de los jefes.
Así que más allá de lo académico, una buena alma matter puede formar a nivel interpersonal a cualquiera, siempre y cuando esta persona esté dispuesta a dejarse nutrir, no es raro encontrar a aquel personaje arisco y retraído, cuyo comportamiento siempre es al margen del resto del grupo, lo cual muy probablemente lo lleve a no absorber todo lo bueno y útil que el ámbito de formación universitaria tiene que ofrecer.
Dije bueno, porque hay que ser honestos también, hay otra cara de la moneda, la cual es razón en parte de que en un principio de este artículo dijera “…Pero no te asegurará la vida, ni el éxito” Y esta otra cara es común en muchas críticas, y es que el sistema educativo en la gran mayoría de los casos no fomenta la creatividad, ni el emprendimiento.
Esas dos características que son comunes en casi todas (no me atrevo a usar términos absolutos con respecto a personas) las historias de triunfadores, la capacidad de crear algo nuevo, o adaptar algo no ortodoxo, las ganas de ir más allá que quienes te rodean, esos aspectos fundamentales para el descubrimiento personal, no son el enfoque del sistema de aprendizaje arcaico de muchas instituciones, por el contrario, son un tabú, por no decir algo mal visto.
Una gran cantidad de profesores solo desean que les respondas lo que preguntaron con una sola respuesta (quizás un poco diferente de forma, pero idéntica de fondo) no abundan aquellos que te impulsen a pensar más allá, a considerar más posibilidades, a equivocarte y superar esos errores, porque no se equivoquen, no hay mejores lecciones que aquellas aprendidas de los errores.
Todo esto solo puede desencadenar en algo, en que aquellos individuos formados para pensar por si mismos, maduren con un miedo a equivocarse que no les permita hacer eso mismo para lo que fueron formados, seguro si observan de nuevo todas esas historias de personas ilustres, con logros increíbles, encontraran que en varios momentos de su vida fallaron, se equivocaron, tomaron la decisión errónea, pero no dejaron de intentarlo. Esta es parte fundamental del método científico que hoy en día se excluye del método educativo en una miríada de instituciones.
Ahí tienen, la razón por la que no todas las personas exitosas son egresados de universidades es esa, el emprendimiento y la creatividad son algo innato de cada quien, pero que puede verse aplacado en los estudios superiores. Por lo que he llegado a pensar, que estudiar no es tan necesario como el consenso general de la sociedad opina, no todos necesitan un título para sentirse realizados en la vida, y a su vez, no todos los que poseen un título se sienten satisfechos con su forma de vivir.
Termino con una pregunta un tanto curiosa ¿Dónde estaría la sociedad si la creatividad y el emprendimiento fueran más fomentados?
La creatividad es fundamental. Pero siempre es necesario un buen consejo, una instrucción y un ejemplo. Construir en un ambiente ideal.
Exactamente, la creatividad es el motor que hace que la sociedad avance.
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