La gran sequía en España
El pasado verano, en gran parte de España, se vivió una sequía que hacía décadas no se sufría. Resultó especialmente inusual en el norte del país, donde la lluvia suele estar presente casi todos los meses del año. En los campos y en las zonas de embalses, presas y pantanos era en los lugares donde más se notaba la falta de agua.
El pantano de Barrios de Luna, uno de los sufridores de la gran sequía
Uno de los ejemplos gráficos de esta sequía pude verlo (y recorrerlo) en el pantano de Barrios de Luna, en la provincia de León. Se trata de un embalse inaugurado en plena época de la dictadura de Franco, dentro del Plan Hidrológico Nacional.
Su misión es regular y aprovechar las aguas de uno de los ríos de la provincia de León, el río Luna. Su capacidad es de 300 millones de metros cúbicos de agua y se usa para regar gran parte de las tierras de la provincia, generar energía hidroeléctrica y abastecer de agua a la ciudad de León. Pues bien, este verano el agua que contenía fue de un escaso 6% de su capacidad, y por alguna de sus zonas antes sepultada por el agua, ahora se podía ver a la perfección lo que antaño eran pueblos, cuyos habitantes fueron realojados para la creación del embalse.
Restos de casas ahora visibles. Al fondo, puente del Ingeniero Fernández Casado, que une León con Asturias
Al estar el nivel del pantano tan bajo, se hacía posible recorrer a pie los centenares de hectáreas que ocupa. Fue una extraña sensación poder caminar por el fondo del pantano, entre las ruinas de lo que décadas atrás fueron calles, viviendas, colegios, iglesias, fincas y puentes.
Puente antiguo por donde pasaba una carretera y puente del Ingeniero Fernández Casado
Resultaba igualmente impresionante que todavía existiera algún árbol centenario en pie, resistiendo abandonar el lugar, permaneciendo erguido, con una textura mortecina pero perenne.
Uno de los árboles que sigue en pie bajo las aguas