Día del libro: algunas frases sobre la importancia de la lectura
Hoy, 23 de abril, se conmemora el Día Internacional del Libro, una efeméride establecida por la UNESCO hace poco más de treinta años con el fin de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor. Por extensión, no sólo se celebra a los libros; también es una fiesta para los lectores, bibliotecarios, librerías, escritores, y todos los que hace parte del placer de la lectura.
Si usted lee, sabrá lo importante que es la la actividad lectora y estará de acuerdo con muchas de las ideas que se expondrán en este post. Y si no tiene el hábito de leer, espero que estas frases lo animen a tomar un libro el día de hoy. Para el escritor peruano y ganador del Premio Nobel de Literatura en 2010, Mario Vargas Llosa, “Aprender a leer es lo más importante que me ha pasado en la vida”, porque la lectura es una llave para abrir puertas. Es un instrumento que libera la imaginación y conduce al conocimiento, además de ayudar a forjar un pensamiento crítico sobre las cosas. Ya lo dijo Santa Teresa "Lee y conducirás, no leas y serás conducido". En ese mismo sentido, encontramos la frase de Miguel de Unamuno: “Cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee”.
Así que no basta con sólo aprender a leer y hacerlo. Hay que leer mucho y de ser posible, de todo. Quien sólo ha leído cien libros sobre la segunda guerra mundial, o cien novelas policíacas, se convierte en un experto en ese tema, pero es tan ignorante en tantísimos otros, que desarrolla un pensamiento sesgado. Tan peligroso es no leer, como leer únicamente sobre un mismo tema. Entonces, ¿cómo hacer para leer de todo? Lo primero es tener muchos libros. Según Cicerón, “Un hogar sin libros es como un cuerpo sin alma” y estoy de acuerdo. Sin embargo, no es menos cierto que dependiendo de en donde se viva, los libros pueden ser costosos y tener una biblioteca un verdadero lujo. Ante ello es menester buscar otras alternativas: bibliotecas, saldos de libros, librerías de segunda mano, pedir libros prestados, o aprovechar las ventajas de la modernidad y acceder a la gran cantidad de libros que han sido digitalizados. Quien verdaderamente quiera leer, leerá aunque no pueda comprar libros.
He oído a personas que no leen, lamentarse por no leer y preguntar ¿Cómo haces tú para leer? ¿cómo empiezo a leer? La respuesta es obvia y aunque pueda parecer una mala respuesta, es la única que hay: leyendo. Se aprende a leer, leyendo. Se comienza a leer, leyendo. El hábito lector se desarrolla, leyendo. Es cuestión de buscar un libro sobre algún tema que a la persona le interese y comenzar a leer, teniendo algún tipo de asesoría, sobre todo al iniciar el camino. El resto de la senda lo va haciendo la persona por sí misma. Aunque empiecen tarde, aunque lean sólo un poco cada día, el objetivo es el mismo: leer libros. Ya lo dijo Roald Dahl, autor de Matilda y Charlie y la fábrica de chocolates, dos clásicos de la literatura infantil: "Si piensas llegar a alguna parte en la vida, tienes que leer muchos libros".
A propósito de estos tiempos de confinamiento, recuerdo una memorable frase de Ana Frank, contenida en su diario: “Las personas libres jamás podrán concebir lo que los libros significan para quienes vivimos encerrados”. La lectura es un viaje, no sólo a esos espacios geográficos contenidos en la narración, o a la época en que se ambienta la historia, sino también Y sobre todo un viaje hacia el interior de nosotros mismos. En La sombra del viento, uno de los mayores éxitos editoriales de los últimos tiempos, el escritor español Carlos Ruiz Zafón expone esa idea: "Los libros son espejos: solo se ve en ellos lo que uno ya lleva dentro". No sólo aprendemos cosas de nuestro exterior; también comenzaremos a conocernos mejor a nosotros mismos a través de la lectura.
Con el tiempo, llegarán a compartir con quienes amamos la lectura, una de nuestras frustraciones, sintetizada en la célebre frase: "Tantos libros y tan poco tiempo" y entenderán por qué Bolaño dijo que “Uno nunca termina de leer, aunque los libros se acaben”, porque la lectura no termina con la última página que se pasa. Los libros que se han leído, lo acompañan a uno siempre, las imágenes, las frases, las emociones que despiertan en nosotros mientras lo leíamos, todo eso trasciende el limitado número de páginas que tenga el volumen. Se vuelven parte de nosotros. Como dijo Jorge Luis Borges, “Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído”; ¿cómo vas a saber entonces quién eres si no lees? Lee hoy. Lee mañana. Lee lo que quieras. Lee libros prestados. Lee libros digitales. Lee a Cortázar o a John Green, a Coelho o a Saramago, a García Márquez o a J.K. Rowling. Lee en el bus. Lee en la ducha. Lee en el parque o en tu balcón. Lee mucho. Lee poco, no importa. Pero, Lee. Esa es la tarea, empezar hoy. Hay que leer.
¡¡¡Felicidades!!!
I am not that big a book reader - but I do read a lot of blogs :D