-Solo son unas zapatillas-
Esa misma tarde salí a dar un paseo por mi barrio. ¿Cual fue mi sorpresa? me encontré un par de zapatillas negras al lado del contenedor de basura. Estaban colocadas junto con otros 2 pares. La persona que las había poseído las había dejado ahí como diciéndome:
"¡Cógelas!, están nuevas y sé que las necesitas."
No me lo podía creer... ¿Es que acaso Dios se había encargado de poner aquellas zapatillas negras en aquel preciso instante para hacerme una especie de favor? Por el contrario, ¿es posible que el poder de atracción de mi mente hubiera acercado estas zapatillas hasta mí? La cuestión es que llegaron a mí.
Pero la gracia de la historia no es esa... La gracia es que no eran de mi numero. Vaya, que chasco. Todo parecía tan perfecto... ¡Pero no pasa nada! Todo tiene remedio. Hice la prueba de ponerlas en el congelador con papel de periódico mojado en su interior... Vi en un vídeo de youtube que decía que eso ayudaría a agrandarlas... Reconozco que fui un poco iluso. Las zapatillas me iban estrechas antes de meterlas en el congelador, y después de meterlas también. No penséis que haciendo esto vais a hacer crecer unas zapatillas un número más entero como lo pensé yo.
Conclusión? Si habéis leído hasta aquí y os atrevéis a darle un significado, adelante.De lo contrario, no será más que una estúpida anécdota.
Pd: hoy vendo las zapatillas por 15$ haha.
Jajajaja me encanta tu posdata, también la foto que hiciste de las zapatillas, creo que de esta anecdota podría decir que en lugar de tirar lo que ya no nos sirva, donarlo y así quien necesite algo lo pueda tener sin que tenga algún costo monetario.
Saludos @danieltur. :)
Vaya, ¡GRACIAS por tu comentario! siempre sienta bien hacer un regalo a alguien! excelente conclusión. Un saludo.