TESTIMONIOS DE UN MEDICO: UNA EXPERIENCIA DE TERROR? Ida y vuelta a la morgue - CAPITULO I
Muchas anécdotas pueden que existan previas a la vida profesional que cada quien puede emprender, así encontramos como muchos auxiliares administrativos terminan siendo contadores, economistas etc. Otros ayudantes de escribanos de abogados terminan siendo abogado, diría que experiencia previas para realmente de una manera u otro entender y comprender lo que marcara nuestras vida profesional o no…
Un muy amigo y yo habíamos concebido y soñado los dos ser médicos recién graduados de bachilleres, previamente para reafirmar nuestra vocación nos acercaríamos para conocer esta profesión y todo lo que alrededor de ello entrañaba.
La oportunidad llego cuando un pariente de mi amigo nos consiguió la oportunidad de entrar como suplentes de camilleros o asistentes de traslado. Ambos comenzamos cada uno en diferentes áreas, interactuando día a día con menesteres no solo de los médicos sino de todo lo que dentro del hospital pasaba, trabajamos diferentes turnos que iban hasta guardias de 12 horas. La experiencia que hoy voy a contar, ocurrió cuando me toco hacer una de esas guardias de 12 horas en la emergencia, la cual se dividía en emergencia de adultos y emergencias de niños, a mi me toco esa vez la emergencia de adultos , como todo recién llegado quería ser eficiente en lo que hacía muy a pesar del recelo que causaba a los camilleros antiguos y contratados de ese momento.
Esa noche ingreso un paciente, mujer de mediana edad en malas condiciones a la sala de urgencias todo el personal se avoco a brindarle la mejor atención, yo estaba presente ante cualquier eventualidad y vi como luchaba por respirar hasta su último suspiro, nada pudieron hacer, había fallecido, yo observaba buscando la razón física de porque su deceso siendo tan joven, no llegaría a los 35 años de edad, con timidez propia del recién llegado le pregunte a una enfermera profesional de que había muerto tan joven, ella me miro algo extrañada (los camilleros no hacen preguntas), -Murió de cáncer de útero, según leí en la historia era paciente de acá de oncología- Respondió, me sentí.
El descanso en condiciones de no emergencia se divide en grupos, unos quedan de guardia hasta las 12 am y durante la madrugada se dividen entre de 12 a 3 am y de 3 am 7 am. Como nuevo y embargado por el optimismo, hice caso omiso a ello, los camilleros antiguos decidieron hacerme la jugada como lección. La paciente había muerto a las 11 pm, ninguno de los camilleros antiguos se había presentado para bajar y hacer el traslado a la morgue, todos se habían compuesto contra mí, ya le habían dicho a la profesional del turno que el nuevo haría el traslado como bautizo, a las 12 am punto. Sin ninguna malicia ante nueva y única, experiencia ida y vuelta a la morgue, por la hora todo estaba tranquilo, no había ya nadie en los pasillos, los pacientes dormían.
Empecé con una camilla en el rincón y un cadáver envuelto en una sabanas blancas , cual escena de terror, lo cual ignore como buen escéptico, así empezó mi primer viaje por lo largo pasillo de emergencias hasta el ascensor de servicio que conducía al sótano donde se encontraba la morgue, por primera vez quede solo encerrado con un cadáver, no me inmute ni sentí más que curiosidad de ver la cara de la que una vez tuvo vida y que lamentablemente la había perdido, más sin embargo no lo hice, llegué al sótano, otro largo pasillo, esta vez mas iluminado, con luces a lo lejos parpadeantes producto tal vez de un desperfecto eléctrico, ambientes amplios vacios, sin puertas y a oscuras… Aun así seguía inalterable, nunca había creído en fantasmas ni nada de esas que consideraba tonterías hasta esa noche.
Frente a una gran puerta en la parte de arriba se encontraba letrero que decía en letras grandes granate MORGUE, recuerdo que estaba abierta, la empuje con la misma camilla, otra vez veo otro largo pasillo con puertas cerradas a los lados y algunas zonas algo oscuras, un pasillo, 3 puertas a los lados y de frente otra puerta igual que daba a la entrada principal, empuje otra vez con la camilla, otro largo pasillo, esta vez con 4 puertas a cada lado y ahí estaba la ultima puerta, como habían dicho los camilleros antiguos cuando me dibujaron el mapa mental en mi cabeza, ya sabía que había detrás.
Interesante experiencia. yo me hubiese muerte de nervios y terror.