Crónica del metro: Así somos los venezolanos.

in #spanish7 years ago

Eran casi las 12 del mediodía, un calor abrumador y un vagón de metro abarrotado... Allí estaba yo.

Por alguna razón alguien empezó a hablar de la situación país. Poco a poco, las voces se fueron uniendo, hasta que surgió una algarabía: "Los que toman los bonos son unos arrastrados", "bueno, yo no soy del gobierno pero necesito la plata", "me estás empujando, ¿no estás viendo?", "yo soy enfermera y gano ciento veinte mil quincenal señora, ¿qué hago con eso?".

Todo el mundo empezó a discutir. Me molesté, cerré de golpe el libro que venía leyendo y le dije a la persona que venía a mi lado:

"El que quiera votar, que vote. El que no quiera hacerlo, que no lo haga. El que se quiera ir, que se vaya. El que se quiera quedar, que se quede. ¿Es tan difícil aceptar eso?. A la gente le encanta estar metiéndose en la vida de los demás. ¡Qué fastidio! ¡Que sean felices!".

La gritería seguía, hacía un calor insoportable y el metro, iba cada vez más lento. Un viaje eterno.

De repente, una señora mayor gritó: "¡CÁLLEEENSEEEEE! ¡VAMOS A ECHARNOS UN TRAGO!", sacó una botella de ron de su cartera, extendió su brazo y levantó la bebida en señal de victoria.

Al instante, todo cambió. La gente empezó a reír y a contestarle: "¡Peeero abra esa botella!, ¡Así mismooo!, ¡Esa es la mejor solución señora!". Solté una carcajada, le dije algo como "¡Claaaro que sí!" y me uní a la festividad que ahora reinaba en el vagón.

La mujer no destapó la botella. "Son para vender. Yo vivo de esto" dijo entre risas, mientras se bajaba en la siguiente estación. Todo el vagón asistió a su despedida, todos se contagiaron de su alegría.

Los que estaban peleando ahora eran los mejores amigos. El calor desapareció. Todo, todo cambió.

"¡Los venezolanos somos una vaaaina!" dijo alguien por allí y el resto del camino, transcurrió tranquilo.

Cuando llegué a mi destino, no pude evitar recordar eso que desde hace bastante tiempo está presente en mi mente: Nuestro sentido del humor es lo que nos salva y nos hunde al mismo tiempo.

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