40 años trabajando de oficinista, su trabajo consumía la mayor parte de su tiempo. Largo tiempo trabajando detrás de un escritorio, pero fin pudo jubilarse de su empleo, el último día en la empresa, agradeció a todos por la oportunidad que le habían brindado, se despidió de todos sus compañeros de trabajo, junto todos sus objetos personales que tenía en su oficina, y emprendió ruta hacia su hogar.

De ahora en adelante tendría una vida distinta, ya no tendría la misma rutina que mantuvo por largos 40 años. Escribió una larga lista de cosas que deseaba realizar luego de jubilarse, ya que iba a tener mucho tiempo libre.

Algo que siempre deseó hacer en su vida fue cultivar su propio huerto, estaba en lo más alto de su lista, y eso fue lo que se dispuso a realizar primero, su propio huerto.

Empezó con los preparativos, decidir que sitio era el adecuado para su huerto fue lo primero, y no le llevo mucho tiempo tomar la decisión, el sitio adecuado estaba en la parte trasera de su casa.

Lo siguiente era preparar la tierra, pero para eso necesitaba herramientas, las cuales no tenía porque nunca las necesito, nunca tenía tiempo para hacer tareas del hogar por el trabajo que realizo por largos años en una oficina, fue a una tienda especializada y compro todo lo necesario para preparar la tierra.

Tenía la mayoría de las cosas para iniciar su huerto, pero le hacía falta tomar la decisión de que plantar en él, y opto por plantar calabazas y girasoles, algo que representaba un gran reto para él, era un hombre de retos. Inicio con su proyecto personal, motivado por le desafió que esto implicaba, dedico todo su tiempo unas semanas para finalizar su objetivo.

Luego de arduas semanas, con la construcción final de un par de cercas para su huerto, dio por terminada la construcción de su huerto, ahora venia la parte que requería dedicación y toda su atención, la parte del cuidado del mismo huerto.

Durante cuatro largos meses, día a día, sin falta alguna supervisaba su huerto, dándole atención a cada detalle en él, cuidándolo de plagas y animales que amenazaban con tumbar su esfuerzo, finalmente esa dedicación y arduo esfuerzo dieron sus recompensas.

Poco a poco fueron brotando retoños de las semillas que había plantado, poco a poco se fue llenando de vida su huerto, era muy hermoso, en dicho huerto podías observar el empeño que había puesto su trabajo. Esta era la primera vez que salía de su zona de confort, la primera vez que salía de la rutina, que hacía algo que a él le gustaba, y lo pudo realizar con éxito.

Su huerto lucía realmente hermoso, su trabajo se ve reflejado hasta el día de hoy.

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