Tendencias en el consumo de alimentos en Venezuela

Históricamente la sociedad venezolana siempre fue muy dada al consumismo, debido a su modelo de capitalismo rentístico, basado en el petróleo, permitía consumir e importar productos originando que el esfuerzo productivo nacional mermara afectando considerablemente el sistema de alimentos, remplazando productos de origen nacional por sus homólogos de importación. Esto dejó desprotegido al motor de producción, provocando la crisis que hoy en día se tiene en el país, pues se confiaba en el dinero que generaba la venta de crudo para comprar la comida. El consumo exagerado de productos que anteriormente se manejaba dentro de todos los hogares del país, se redujo considerablemente dejando solo la opción de comprar lo que se consigue, que en su mayoría son productos importados, por esto la compra de alimentos ha cambiado en los últimos años.

Comparando el mercado de productos alimenticios de la última década el consumo es muy diferentes, los productos no están disponibles en los anaqueles o los precios son muy elevados llevando a una tendencia oportunista en cuanto a la adquisición de los productos.

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La remoción de ciertos productos alimenticios de los anaqueles dejan vacíos en el mercado lo que son ocupados por productos que puedan remplazarlos en cuanto a las propiedades energéticas o grupos alimenticios a los que pertenece, es decir se remplazan fuentes de carbohidratos como las harinas de maíz precocidad por yuca o papa. En todo caso este cambio ha sido progresivo y al igual que el cambio en el mercado externo afecta gravemente a la captación de rubros del país.

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Aunque, no es solo lo anterior mencionado también el salario actual es un factor a tomar en cuenta en la selección actual de los alimentos, pues si lo comparamos con el precio de la canasta básica actual se puede notar que no permite adquirir todos los alimentos que deberían ser los de acceso primordial, además de la clara escases por la que estamos pasando.

En el 2010 la historia era diferente, ya que no teníamos una inflación como la actual y los productos estaban a precios razonables contrastándolos con el dinero que obtenían lo consumidores, poniendo en ese año a la harina precocida de maíz como el ítem numero uno que era adquirido, esto según cifras del INN para ese año, ocupando el 14,4% de la dieta nacional por día y calorías, siendo el segundo el azúcar refinada que representaba el 10,5%. Contrastando estas cifras con las obtenidas en el 2014 (último año con datos registrados de HBA) la tendencia de consumo es diferente, pues para este año el principal rubro fue el arroz pulido representando el 11,3% que para el año 2010 ocupaba la posición tres de la lista con un 8,5% y el segundo fue la harina precocida de maíz con un 10,9%.

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La diferencia en los porcentajes de consumo en estos dos años se debe principalmente a la escases de harina precocida en el año 2014 y como se habló anteriormente se buscaron alternativas que remplazaran a los carbohidratos que estas aportaban, además que el arroz representaba un rubro económico y asequible para todas las clases sociales en esa época, si lo comparamos, estos dos rubros, con los datos actuales (no hay cifras oficiales) ninguno de los dos ocuparía el primer lugar, serian remplazados por el maíz en grano y otros vegetales que ahora son la principal fuente de energía de los venezolanos.

Productos como la carne de pollo se mantuvieron en la posición seis de la lista en ambos años, pero en la actualidad no se puede adquirir por sus altos precios al igual que la carne de origen bovino originando un vacío en la ingesta de proteínas y la necesidad de encontrar un remplazo de los mismos. En años anteriores los suplían con granos, como lentejas y caraotas, pero ahora estos tampoco están disponibles por su alto valor económico, dejando como una opción la ingesta de proteínas de origen marino.

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Algunos productos como la leche en polvo pasteurizada ya no son parte de los productos consumidos pues el poder adquisitivo no lo permite, pero esto contrasta con los años anteriores donde este rubro ocupaba la posición ocho y nueve correspondiendo a los años 2010 y 2014 respectivamente. Los aceites vegetales y margarinas comparando con años anteriores los precios han aumentado en contraste con el porcentaje de consumo que es bajo por la falta de acceso para todos los sectores de la población y eso que eran algo esencial en las cocinas de los venezolanos.

Nada de esto afecto más el acceso a los alimentos como las regulaciones de los productos básicos aplicados desde el 2015 que se ha mantenido hasta la actualidad, estas regulaciones de cantidad y precio han mermado la economía de consumo, esto es lo que ha llevado a utilizar esas fuentes alternas, pero se ve afectada la nutrición.
El sistema que ha abordado el gobierno para “solucionar” el problema es el de subsidio alimentario, llevando productos de la cesta básica a los hogares a precios bajos, pero estos productos son alimentos importados de otros países, en su mayoría de México, estos no se encuentran en los anaqueles de las tiendas y aun así la población espera para poder ver esos productos a los que ya no tiene acceso normalmente, lo que afecta la tendencia de consumo de los productos nacionales que también han aumentado de precio y no se pueden adquirir, como el café que antes era producción nacional y ahora el 57% es importado desde Colombia y Perú.

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Con todo esto se puede concluir que la situación actual de los productos alimenticios de consumo es de oportunidad, pues en la mayoría de los casos solo se adquiere lo que se puede costear y la economía del país afecta notablemente la adquisición de los productos que aún quedan en los anaqueles, teniendo que sustituir grupos de alimentos por sus contrapartes más baratas, las importaciones son la fuente actual de productos de la cesta básica y los productos que deberían ser de acceso básico son regulados fuertemente, asegurando así la escasez de los mismos en los hogares del país.