Los niños son por así decirlo y en palabras de un antiguo pensador, el futuro del planeta y pues sí, es verdad, son ellos quienes tienen la misión de enmendar nuestra ya colapsada civilización pues para nadie es un secreto que nuestra sociedad se desmorona rápidamente. Son los niños los que cambiarán este mundo para bien, los que harán del mundo un lugar mejor y es que no podemos evitar sentir esa sensación de paz y de tranquilidad esa sensación de que todo estará bien al ver a un niño sonreír o juguetear alegre. Pero no todos los niños son iguales…

David era un niño de 7 años que vivía con su madre Nancy Bennett quien a su vez se desempeñaba como enfermera en el hospital de la ciudad, ambos residían en un pequeño departamento que habían alquilado hace 5 meses. Su padre Jhonn quien habría sido un reconocido profesor de literatura en la universidad de Harvard había fallecido hace un año víctima de un infarto fulminante David aún recuerda ese día como si hubiese sido ayer.

El sol se acercaba a los edificios y formaba una línea junto con la sombra, David se mantenía atento sabía que en cualquier momento el “Capitan Jewells” aparecería, siempre lo hace, mientras su padre conduce David, sigue mirando los edificios pasar uno tras otro esperando con sus ojos bien abiertos y casi sin parpadear a que haga aparición el Capitan Jewells este, era el amigo imaginario de David. Y de pronto allí estaba primero vio su capa roja moverse con el viento luego lo vio pasar como una mancha a toda velocidad hacia otro edificio. Y finalmente logro verlo con su traje de color azul su capa roja y las letras CJ de color amarillo estampadas en su pecho Capitan Jewells. David lo miraba asombrado mientras este saltaba los edificios a toda carrera y con gran agilidad.

Este no le respondía, intentaba desesperadamente estacionar el vehículo mientras en su cara se dibujaba una expresión de terror. Cuando por fin logro estacionarse, ya era demasiado tarde este agonizaba de dolor pues estaba sufriendo un infarto. Las personas que transitaban se dieron cuenta de que algo sucedía cuando vieron a David llorando y tratando de hacer que su padre despertara. Este terrible acontecimiento habría marcado considerablemente a David quien aún tenía que acudir a un especialista que lo ayudara a superar la desagradable experiencia de ver morir a su padre.

David solo pasaba con su madre unas cuantas horas al día, pues cuando él estaba en la escuela su madre trabajaba en el hospital y en la tarde cuando este salía de clases y su madre lo iba a buscar no era mucho lo que compartían, al llegar a casa era el mismo infierno de siempre. Su madre pasaba gran parte del tiempo hablando por teléfono con sus compañeras de trabajo sobre cualquier cantidad de tonterías, como por ejemplo que color de uñas era el más indicado para utilizar en una cita o que doctor era el más apuesto del hospital. David trataba de no oírla se concentraba en mirar sus caricaturas, pues aborrecía oír a su madre hablar de hombres apuestos y reír a carcajadas con sus amigas mientras que su padre hace tan solo un año que había muerto. A David esto le parecía indignarte e iba a hacer todo lo posible para que su madre entendiera que eso estaba mal trataría de llamar su atención a como diera lugar.

David había cambiado el canal de la televisión, ahora estaba mirando una película en ella se podía ver a un sujeto asesinando a una hermosa chica de minifalda roja, la chica luchaba y suplicaba por su vida, pero todo fue en vano. Al finalizar, el asesino mirando el cadáver de esta dijo: “Si tan solo me hubieras hecho caso, pero preferiste el camino difícil”. A David esto le impacto no por el alto contenido de violencia pues ya él estaba acostumbrado a ver este tipo de películas de asesinatos mientras su madre dormía o hacia sus cosas él se dedicaba a esto ver películas de asesinos en serié por alguna extraña razón le gustaban. A David lo que realmente le impresiono fue que se dio cuenta de que se puede lograr que una persona aprenda una lección asesinándola.

Nancy Bennett había terminado su guardia y se dirigía a buscar al pequeño David a la escuela, este la esperaba como de costumbre en un banco de cemento que estaba en el jardín del colegio. La madre de David hizo sonar el claxon y David levanto la vista y camino hacia el vehículo.

Una vez que David estaba dentro del vehículo, su madre comenzó a acelerar lentamente. Nancy quien ahora tarareaba una repetitiva canción buscaba algo con su mano derecha en la guantera del automóvil y lo encontró era una vieja cinta que a ella le encantaba la coloco en el reproductor y este comenzó a reproducirla. David quien se encontraba en el asiento trasero se tapaba los oídos pues odiaba esta canción, le aturdía. Y no era para menos pues la canción hablaba sobre lo hermosa que era la vida y lo fantástico que es el amor. David no entendía porque su madre oía y cantaba ese tema, lo cierto era que a él no le gustaba pues él no era feliz no disfrutaba su vida y la única persona que le demostraba amor y afecto era su padre Jhonn quien ahora estaba muerto.