Estas flores encierran un recuerdo mágico de mi infancia; las conocí teniendo unos 4 o 5 años y son las flores del árbol de pomalaca. Cuando este árbol florece los pétalos de sus flores forman una alfombra rosada en su pie; aunque hoy no tengo fotos de ese hermoso espectáculo, puesto que por ahora mi arbolito tiene muy pocas flores.

Recuerdo el día que lo vi por primera vez, el árbol lleno de flores y su pie completamente rosado intenso, no se veía la tierra bajo los pétalos; ese recuerdo me calienta el corazón, ese día pensé que era lo más bonito que había visto en la vida, que era algo mágico, increíble y especial. Me senté sobre las flores bajo el árbol y me puse a jugar. Desde ese día yo siempre quería volver de visita y ver aquellas flores donde me sentí tan bien.

Los años pasaron y unos 10 años después nos mudamos a una casa con espacio para sembrar nuestro propio árbol mágico de pomalacas, así que con el tiempo he podido disfrutar con frecuencia de su belleza y de sus sabrosos frutos.

Cuando se es niño uno experimenta la vida con otros ojos: ojos inocentes, con los ojos del corazón y del alma. Hoy con 30 años me encuentro de repente con los recuerdos de mi infancia y son calorcito para mi corazón en días oscuros; entonces agradezco por ello.

Queridos lectores los invito a regalarles a sus niños momentos mágicos, especiales, de esos que no se compran con dinero; recuerdos que cuando tengan 30 años les hagan sonreír.

Les dejo un abrazo y espero poder traerles lindas fotos en unos días.

---

Imágenes de mi autoría. Tomadas con teléfono Nokia 111 y editada en Snapseed.

---

¡Gracias por su lectura!

---

@EquipoCardumen
Somos compañeros de viaje
Discord @EquipoCardumen