El guardián bribón- Capítulo I "Lo que el corazón anhela"
Cada día que pasa, no dejo de pensar en la rutina diaria que vivimos los seres humanos, tan monótonas y vacías, solo muy pocos durante su periodo de vida alcanzan lo que desean, lo que quieren y necesitan hacer, por otro lado la gran mayoría solo nace, crece, trabaja y muere, atados a miles y miles de reglas absurdas pero necesarias; el mundo sin reglas seria un total caos aunque yo odie estar encadenado a ellas, quisiera hallar la forma de vivir sin obedecer las leyes de la vida, me siento insatisfecho.
A pesar de las leyes, pensaba que no apreciaba demasiado todo lo que la vida me había regalado, siempre estuve deprimido y sentía soledad, sin importar que todos los que me rodearan fueran lo mas maravilloso del mundo, jamás comprendí porque se me acercaron, nunca tuve suerte en el amor y cada vez que mis amigos y familiares gozaban de dicha y felicidad junto a sus seres amados, sentía una intensa soledad, no llegue a ganarme el cariño de alguien que me amase tanto como a cada uno de ellos, nunca tuve una experiencia así en todo lo que he vivido. Fui infeliz por demasiado tiempo, solía ayudar al que siempre me necesitó y en más de una ocasión me dio la espalda, los odié tanto. A pesar de ser tan valientes y persistentes es fácil engañar a los humanos, viví ese engaño de que podía ayudar a todo el mundo y terminé por encerrarme en mi propia burbuja, pero la vida da tantos giros que no me esperaba que la vida por fin y de una vez por todas me diera la dicha de ser feliz.
En mi ultimo año de universidad permanecía así, sintiéndome vació, solo vivía por vivir hasta que la vi por primera vez, una hermosa mujer que jamás había visto, quede asombrado por tan espectacular belleza, no lo podía creer me sonrojé con solo verla, a una completa desconocida, la ciudad donde resido es muy pequeña y es muy raro que no haya visto o conozca a nadie, no suelo tener ese tipo de reacciones tan repentinas.
-¿Será qué es nueva en la ciudad?- Me pregunté a mi mismo dentro de mi mente.
Se veía muy dulce y de carácter inocente, de esas que son muy raras de encontrar, de cabello castaño claro, ojos café rojizo que daban a notar una mirada muy tierna, cualquier hombre incluso yo nos quedaríamos hechizados con solo verla fijamente a los ojos, era lo más que llamaba mi atención. Creer en el amor tiene sus consecuencias, las primeras impresiones que tenemos es que se trata de algo lindo y pacificador, aquello que te hará feliz por el resto de la vida, en eso creemos los humanos antes que otras cosas,una razón para vivir, sin una pareja para compartir ese cariño que tienes para ofrecer, todo es ruina y destrucción para ti sobre todas las cosas, no es un secreto para nadie y menos para mi.
Me encontraba en una jornada con días muy duros, ya estaba por graduarme y estaba por presentar mi tesis, estaba muy nervioso y distraído, jamás me ha gustado presentarme a un público por muy pequeño que sea, ella se había parado junto a alguien que parecía ser su amiga, mientras yo tomaba un poco de jugo antes de entrar a mi presentación tenía mis audífonos puestos escuchando mi música favorita, no podía oír lo que hablaban, subía y bajaba la mirada para que nadie alrededor notara que mi mirada estaba fija en ella. Ya faltaban diez minutos para que iniciara mi presentación y decidí guardar mis audífonos junto a mi celular en mi bolsillo derecho, y pude oír su hermosa voz.
-¿Vas a ir al festival de esta noche? Pienso usar un vestido corto que mi madre me regalo- Sonaba tan alegre y feliz aquella mujer que me dejo impactado.
Fue maravilloso, esos pequeños detalles me gustan bastante, pero no podía distraerme más, al fin y al cabo solo era una desconocida, no es como sí la llegará a conocer alguna vez, o eso pensaba. Me fui rumbo al auditorio donde haría mi presentación, la hice lo mejor que pude, sobrepasando mis expectativas negativas pero quería lograr conseguir el empleo que siempre he anhelado, escribir para el periódico nacional-A uno muy famoso por todo el país específicamente- Asistieron los profesores más importantes de toda la universidad, mi tutora y yo estábamos muy nerviosos con el resultado de esto, si por fin iban a aceptar mi trabajo con tanto empeño que le puse, mi corazón palpitaba muy fuerte por el miedo, la palabra torpe explotaba en mi cabeza porque había iniciado la presentación sin decir mi nombre, que bueno y lo recordé, diciéndolo al final de la presentación.
-¿ “Joseph” es que te llamas? Haz hecho un excelente trabajo, en serio felicidades ¡Aplausos para este joven! Tienes un futuro por delante hijo- Albert, así se llamaba el profesor que me dio las felicitaciones, el ha estado trabajando para la universidad por quince años, su palabra es ley según muchos por ser muy admirado, el público del auditorio se levanto a aplaudir con mucha alegría. Inmediatamente mi tutora me dio un abrazo.
-Lo lograste, estoy orgullosa de mi estudiante- Cuando me percate ella lloraba de la felicidad, y pues, yo también comencé a llorar como ella.
A pesar de este triunfo, igual sentía la ausencia de alguien a quien amar, no tenia a nadie ahí para verme, solo tenía a mi tutora, no estaban ni mis padres, mi hermano ni mis amigos; solo yo, mi tutora y el personal importante que le da vida a la institución, nunca imaginé que causaría tal asombro, pero a pesar de todo se sintió satisfactorio, porque con esto por fin iba a iniciar vivir como yo realmente lo deseo así sea en mi soledad.
Eran las cuatro de la tarde cuando por fin ya estaba libre, tuve que estar más tiempo en el auditorio para espectar las siguientes presentaciones de los otros estudiantes, hubo algunos muy buenos y otros realmente pasables, solo uno no fue aprobado me sentí mal por esa persona, me le acerque y le desee mucha suerte y lograr motivarla, en la parada de bus mientras esperaba recibo una llamada a mi celular, era mi mejor amigo Tony, el sabía lo importante que era este día para mi y me ofreció irme a buscar en su coche para celebrar, y acepte, necesitaba mucha cerveza en mi organismo, quería celebrar esto al máximo con mis amigos. Al cabo de media hora Tony llego solo en su coche, no estaba con su novia, lo cual era muy raro de ver, jamás se separan, esa chica es muy adorable pero celosa, no lo deja solo ni hasta para ir al baño dicen las malas lenguas.
-¡HEY! ¡HEY! Pero aquí esta el campeon de la universidad- Dijo Tony muy alegre.
-¡Hola! ¿Todo bien?- Respondí a eso mientras me subí al coche y hacíamos el saludo del puño.
-Si, muy bien, bastante bien, pero no mejor que tú, felicidades.- refuto mientras bajaba su tono de voz, pero igual se sentía contento.
-Muchas gracias, de verdad, por fin y de una vez por todas podré encontrar ese empleo en el periódico.- Le dije algo avergonzado.
-Bueno, vamos rápido, ya están todos allá- Tony comenzó a acelerar, el ruidoso motor de su coche no me permitió escuchar bien en ese momento.
-¿Disculpa?- Le conteste un poco confundido.
-¿Estas distraído? Vamos a un bar que queda en el centro, ahí están Mike, Ralph, Alex y los demás, también van las chicas, me encargue de difundir la noticia-
-¿De verdad? Que bueno, tenia entendido que no tenían mucho tiempo libre- Como nadie pudo venir a verme pensé que no tenían tiempo para mí.
-Es viernes y el cuerpo lo sabe, todo el mundo lo dice. Toda la semana cada uno de ellos a trabajado horas extras cada día para estar libres esta tarde y toda la noche, lo hicieron por ti amigo.- No podía creer lo que escuchaba de Tony, estuve juzgándolos mal todo el tiempo, en serio que no me pasó por la mente que harían algo así, casi ni tenían tiempo para conversar conmigo, pero me sentí muy feliz.
Pasaron dos horas desde que llegamos al bar, compartía risas y recordaba momentos maravillosos junto a todos mis amigos, mientras bebíamos cerveza ya comenzaba a sentirme mareado por el alcohol en mi cuerpo, pero no era tan grave aun me podía mantener de pie y consiente de mis actos, pero de pronto escuchaba dentro de mi cabeza el sonido de una puerta de acero gigante abriéndose y cerrándose, solo fue un par de veces en la que oí eso, voltee a ver a donde era pero no vi nada, lo ignoré y seguí platicando con los demás.
-Oigan ¿puedo hacer una sugerencia?- Los interrumpí de una manera tranquila.
-¿Qué sucede?- Alex me miro a los ojos mientras me respondía.
-Quiero ir al festival que se esta llevando acabo cerca.-
Por un momento recordé lo que había dicho esa mujer, el festival, lo dije sin pensar pero algo me decía que fuera hacia allá, y nuevamente volví a escuchar ese estruendoso sonido en mi cabeza, también mi corazón comenzó a latir muy fuerte, desde ese momento comprendí lo que anhelaba, lo que mi corazón quería hacer, verla una vez más.
Hola Joan..!
He notado que has votado tu publicación en primer término...
Nada te lo impide, sin embargo, como curador he votado tu texto por lo bonito de tu trabajo artístico. Tienes errores ortográficos que te invito a subsanar.
Ésta práctica (la de votar de primero tus contenidos, antes que otros lo hagan), es vista con malos ojos por la comunidad puesto que, le quitas la oportuna recompensa que ganaría un curador por "curar" -valga la redundancia- tu "obra".
Sé que en el futuro sabrás que decisión tomar al respecto...
Continúa adelante...tienes un potencial enorme..!
Gracias por su comentario, no sabia que eso era mal visto, pero apenas publique el post se auto coloca. :s
En la interfaz donde escribes los contenidos y antes de dar al botón "publicar", en la esquina inferior derecha, debajo del control donde determinas la recompensa, existe un "check-control" que dice "votar publicación" y está marcado (por defecto); lo desmarcas y "voilà" ¡se evita el voto por sí mismo!
Exitos..!