Y lo llamaron... Bolívar. 1ra. parte.
—Para los que no me conocen, mi nombre es “Duck”, “Baby Duck”… Pero para mis amigos sólo soy “Babe” —dijo, entre lo que parecían ser murmullos, el poderoso caza P-51 Mustang de la Segunda Guerra Mundial a la vez que trataba de encender su pipa.
Una mueca de enfado empezaba a dibujarse en su morro mientras procedía por tercera vez a tratar de darle vida a un fuego que se le mostraba esquivo.
Tiempo atrás y desde su base en Raydon, Inglaterra, “Baby Duck” había combatido contra los cazas de la famosa y otrora poderosa Luftwaffe Alemana que colmaban los cielos sobre la Europa ocupada por el III Reich.
Al cabo de unos segundos, un delgado humo blanquecino se elevaba de la pipa en cuestión, impregnando el ambiente con un suave y agradable olor a canela.
—Bien —dijo con satisfacción mientras exhalaba una larga bocanada de aire de un color gris pálido—. La historia que les voy a referir hoy no la viví yo; me fue contada poco después del final de la guerra por un P-47 Thunderbolt que a su vez la escuchó de un P-38 Lightning que volaba entonces en misiones de escolta a los grandes bombarderos que operaban desde lugares paradisíacos, perdidos en la inmensidad del Pacifico Central…
El pequeño avión volvía a hacer otra pausa, esta vez para ordenar sus recuerdos. Luego continúo.
—Tal y como me llegó se la cuento a ustedes para su disfrute…
“Hace mucho, mucho tiempo, salía de la nave principal de una planta de ensamblaje cualquiera, en una fábrica de aviones de las muchas que habían diseminadas a lo largo y ancho del país, un bombardero B-24J Liberator muy especial. Sólo su nombre era sinónimo de grandeza y homenaje además a uno de los personajes más grandes que haya parido la América entera.
Después de cumplir con las pruebas de aceptación por parte de la Fuerza Aérea del Ejército, el avión fue asignado al 27th escuadrón del 30th Grupo de Bombardeo en el Teatro de Operaciones del Pacifico.
Llegado a su base en las islas Ellice, ubicadas en el Pacifico del Sur, en noviembre de 1943, el avión causó sensación. No se sabe si por lo impecable de su camuflaje verde oliva sobre gris neutral o por lo imponente que lucía con sus nuevas insignias o, quizás, porque ya se sentía que el curso de la guerra había dado un giro a favor de nuestras fuerzas en la región.
Lo cierto es que quienes iban a operar el nuevo avión decidieron estar a la altura de la historia e ir más lejos en su afán de rendirle tributo al grande Héroe Americano.
Y lo llamaron… "Bolívar".
De esa manera comenzó "Bolívar" su periplo por las islas del Pacifico Central que lo llevaron a combatir desde Tarawa y Makin hasta Saipan, Guam y Tinian, pasando por Kwajalein, Majuro o Eniwetok, combates estos donde también se enfrentó a enjambres de Zeros, ese valiente y legendario caza Japonés, verdugo implacable de Pearl Harbor y dueño y señor de los cielos sobre el Pacifico ─por supuesto, hasta que llegamos nosotros los P-51… modestia aparte…─ y en todas estas batallas, "Bolívar" salió victorioso.
Una vez cumplidas sus 81 misiones de combate ─muchas más que cualquier Liberator de la 7ma. Fuerza Aérea del Ejército─ y en contraste con las 25 misiones ejecutadas en el Teatro de Operaciones Europeo por su archi-némesis, el famoso B-17 "Memphis Belle", "Bolívar" fue enviado de regreso a los Estados Unidos para promocionar los, para aquel momento, famosos Bonos de Guerra.
Es con orgullo entonces que "Bolívar" asume la noble misión de llevar el mensaje por todo el país sobre la necesidad de que, cada uno debía colaborar con el esfuerzo bélico para mantener en movimiento los engranajes del complejo industrial que fabricaba las armas para ganar la guerra en el menor espacio de tiempo posible, algo que de hecho, ya estaba sucediendo.
Pero con el pasar del tiempo, "Bolívar" había dejado de sentirse a gusto con su nueva asignación. Quería volver al Pacifico, combatir ala con ala con sus compañeros de escuadrón… Ustedes saben… se avecinaban tiempos difíciles…
No obstante su palmarés en combate, sus superiores se negaron a dejarlo ir pues se había convertido en toda una celebridad…
Una noche, de regreso al campo de vuelo de la Consolidated, el cansado y trasnochado bombardero sufrió una falla mecánica y mientras viraba a base calculó mal su senda de planeo y… bueno… se estrelló unas decenas de pies antes de llegar al umbral de la pista.
Después de evaluar el estado en que quedó el avión, el personal estableció que los daños sufridos estaban más allá del costo de cualquier reparación posible y se vieron forzados a tomar la amarga decisión de enviar a "Bolívar" al… desguace…
Triste final para tan noble guerrero…
Continuará...
¡Gracias por leerme! Si te gustó mi post, por favor no dudes en dejarme un comentario.
Nota: Hago la respectiva acotación de que esta historia fue publicada por mi en el 5to. concurso de poesía, cuentos y relatos cortos auspiciado por Editorial Scribo.
El separador que simboliza las banderas del Imperio del Sol Naciente y de Los Estados Unidos
es de diseño propio. Se utilizó: Photoshop CS5 Portable.
El texto es de mi autoría y está protegido por una licencia Creative Commons bajo en No. de registro: 1903280445488 de Safe Creative. [Fuente](https://www.safecreative.org/?wicket:interface=:17::::)
Las fotos son meramente referenciales.
Nota sobre las fotos: Se obtuvo el permiso del Sr. Daniel L. Stockton, WEB master de b24bestweb.com para la publicación de cualquier foto proveniente de los archivos de su página WEB, según correo recibido el día 25 de febrero de 2019, el cual está a disposición de quien lo solicite.
Bibliografía consultada:
B-24 Nose Art Name Directory por Wallace R. Forman, Specialty Press, 1996.
B-24 Liberator Units of The Pacific War por Robert F. Dorr, Osprey Publishing, 1999.
One Damned Island after Another por Clive Howard y Joe Whitley, Van Rees Press, 1946.
Corsair Aces of World War 2 por Mark Styling, Osprey Publishing, 1996.
Planes, Names and Dames, VOL. I: 1940-1945 por Larry Davis, Squadron/Signal Publications, 1990.
Grandes Epocas de la Aviación: La Guerra de los Portaaviones I por Clark G. Reynolds, Editorial Folio, S.A., S/F.
La Flota de Alta Mar Japonesa por Richard Humble, Librería Editorial San Martín, S/F.
Hi! I am a robot. I just upvoted you! I found similar content that readers might be interested in:
http://scriboeditorial.com/y-lo-llamaron-bolivar/
Gracias por compartir tu contenido con la comunidad de El Arca (@elarca), el mismo ha sido votado por nuestra iniciativa de curación artística @stellae. Si deseas puedes delegar SP al proyecto: Delegate 25 SP Delegate 50 SP Delegate 100 SP Delegate 250SP Delegate 500SP o seguir nuestro trail de curación en Steem Auto.
Vaya, que historia, no sabia eso.
Gracias por visitar mi post. Espera la segunda parte.
Felicidades por tu publicación, fue hecha con bastantes conocimientos en mente y con una excelente redacción♡
Gracias a ti por leer mi historia y apoyarme. No te pierdas la segunda parte, la cual publicaré, a más tardar, el lunes que viene.
Congratulations @jollyrogers! You have completed the following achievement on the Steem blockchain and have been rewarded with new badge(s) :
You can view your badges on your Steem Board and compare to others on the Steem Ranking
If you no longer want to receive notifications, reply to this comment with the word
STOP
Excelente!... Gracias por compartir!
Excelente escrito. Lo vi desde curaciones matutinas de votovzla.
Gracias @javiermurillo! Pendiente con la segunda parte.