¿Truco o trato? | RELATO
¿Truco o trato? | RELATO
Agrupados en una esquina, a dos cuadras de la tenebrosa casa de Anavia Daluenga, un trío de niños esperaba con impaciencia a Alex, su compañero de juegos, a quien habían enviado a cumplir con un castigo por haber sido el perdedor de uno de sus juegos.
Pasaron varios minutos hasta que lograron verlo aparecer por la desolada calle. Las luces de los faros les permitieron admirar su carita sospechosamente sonriente, con un deje de malévola picardía.
—Cuéntanos qué sucedió, carasepia.
Sus amigos estaban impacientes por conocer lo que había ocurrido. Ellos lo habían retado a tocar su puerta y pedirle uno de los caramelos de miel y limón que vendía en el pueblo, sin imaginar que la vieja lo dejaría entrar a sus dominios.
—Su casa es increíble y me dio caramelos para todos.
Alex abrió una bolsa que tenía en su mano mostrando a sus impactados amigos los caramelos que Anavia Daluenga le había obsequiado, envueltos en brillantes papeles de colores.
—Pruébenlos. Varió los ingredientes. Esta vez, son de coco y menta.
Cada uno tomó un caramelo con los ojos desorbitados por la intriga y la emoción. Al abrirlos, quedaron maravillados con el dulce olor. Eran bolitas blancas moteadas con chispas de un azul intenso.
Los comieron con gusto, bajo la mirada complacida de Alex, que sonreía con cierta perversión.
—¿Qué más hiciste dentro de la casa? —quiso saber uno de ellos, sin dejar de degustar su caramelo.
—Me enseñó una canción: “Sapos y arañas, me comeré tus entrañas...”
El canto de Alex y el místico sabor de aquellos caramelos los tenían hechizados, sintiéndose perturbados por una sensación de vértigo y debilidad que poco a poco se apoderaba de sus cuerpos.
Uno de ellos se sobresaltó al ver a la vieja Anavia Daluenga acercarse lentamente, caminando con ayuda de un bastón. Con su estola roja cubriendo sus anchos hombros y sus profundos ojos mirando con satisfacción la escena.
La mujer se detuvo junto al sonriente de Alex y apoyó una mano en su hombro.
—¿Truco o trato? —les dijo a los chicos.
Ellos la observaron con terror mientras ella reía con sonoridad rompiendo la paz de aquella noche estrellada.
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Muy bien @jonaira!
Gran relato...
Lo he disfrutado