Es bueno tu detenimiento en ese aspecto de la vida, que solemos "vivir" sin reparar mucho en ello. Ahora bien, los recuerdos estarán en nosotros, con conciencia de ellos o no. Quizás lo que habría no es que "fabricar recuerdos" sino prestarle atención; aunque también es necesario el olvido como forma de decantación (eso lo expresó el poeta Rilke pero también está en la psicología profunda). Hay una expresión que usa el psicoanalista López-Pedraza que se aviene muy bien, a mi modo de ver, con lo que dices; él habla de "forjar el alma". Una forma por excelencia de alimentar esa memoria afectiva es la escritura (poética, narrativa, ensayística). Saludos.