“Paren la tierra que me quiero bajar”
Un cambio en el mundo es un cambio necesario en el hombre, es decir una transformación en nuestro ser donde podamos aplicar el “sentido común” para celebrar nuestras diferencia y aceptarnos tal y como somos. Ya que, si queremos evolucionar debemos combinarlos a un punto donde “convulsionemos y nos agitemos” a la verdadera raíz del problema cambiando éste en una solución precisa para un avance propició en la humanidad, porque hemos centrado nuestras vidas en la obtención de riquezas o en avance económico que es producto de una mundo vanidoso. Y es allí donde provoca ser mafalda y decir “paren la tierra que me quiero bajar”, ya que no nos importa el convivir libremente y en paz sino que nos hemos centrado en todo momento en el “yo” de la humanidad olvidándonos que estamos compartiendo un planeta.
Pero, ¿Cómo podemos cambiar?, debemos recuperar la humanidad a través de la educación, es decir, proyectar como personas una educación más humanizada en la cual enrumbamos esta creación, llevándonos a cimentar nuestra personalidad, nuestra semilla promoviendo la libertad de vida, de pensamiento, de honestidad (existiendo opiniones reales, donde estas sean centradas en la construcción de ideales serenos y precisos).
El objeto de educar no es solo enseñar conocimiento y habilidades, ¡no! Debe ser mayor, en donde nos orientemos a formar seres humanos plenos a cincelar “vidas-corazones”, es decir gestemos personas comprometidas con el bien común y con el planeta. O ¿acaso la tierras no es lo que hoy vemos producto de nosotros mismo?, la tierra no se contamina por sí sola y mucho menos es ella la que crea día a día las guerras y conflictos de la humanidad; si queremos transformar donde nos encontremos debemos cambiar como seres humanos.
Pero, debemos reconocer que todos los cambios necesarios deben estar acompañados de una educación en donde el educador esté comprometido con la humanización (servicio del hombre). De allí, que el educar no es solamente una profesión donde te ganas la vida, es un don o una vocación al servicio de la humanidad. La educación del hombre debería ser el primer lugar para toda la sociedad, donde asumamos una economía de “guerra”. Es decir, una ofensiva contra la ignorancia, contra la ineficiencia, la mediocridad (con la falta de antivalores que existe en la humanidad).
Con todo eso podemos finalizar, la educación es demasiado importante para dejárselo todo a un gobierno o un ministerio; el educar es un arma letal que promete un desarrollo humano sustentable.
Hola @keniacarolina, felicidades por tu post! Muy sabia!
Nos gusto mucho la parte de "la tierra no se contamina por sí sola y mucho menos es ella la que crea día a día las guerras y conflictos de la humanidad".
La educación para el bien común es fundamental.
Saludos de México!
@Layra
Hola @layra, gracias. Así es la educación es fundamental, me agrada que te gustara el post.
Saludos @layra