Flor de Loto
Siempre me gusta comenzar anunciando que estoy escuchando, en esa madrugada del 25 de agosto de 2019 estoy escuchando “Lotus Flower” de Radiohead. La música es de las pocas cosas que me hacen sonreír y mantenerme alegre. Desde que despierto, hasta los días que logro dormir, mientras tomo una ducha o salgo al mini market, no paro de escuchar música. Muchos somos así, es bien, a mi parecer.
Pero hoy no hablaré de música, aunque me gustaría, hoy vengo a hablar de un mal momento por el que estoy pasando y espero que pronto pase, ya que estoy, como dicen acá en Chile, “chato”, que vendría siendo “cansado”. Estoy cansado de mi vida, de siempre pasar malos ratos, malos momentos, etc.
Tengo una racha de 3 meses estando realmente mal, nadie lo nota, pero lo estoy. ¿Por qué no lo notan? Porque no lo demuestro, o quizá sí, pero quienes me rodean no están interesados en tenderme una mano.
Todo comenzó una noche del 31 de julio del presente año, cuando me despidieron por “necesidades de la empresa”, la cual no le vi ni pies ni cabeza, pero sabía cuál era el real motivo de mi despido. Nunca me gustó mi trabajo, ese que realizaba, un trabajo monótono, cansón y muy mal remunerado. Desde ese día, todo se comenzó a venir abajo.
Siendo ajeno a este país, vengo de Venezuela, es un poco difícil conseguir un trabajo bueno, en especial en mi área, informática, al parecer no soy lo suficientemente experimentado en el área como para obtener un buen trabajo. Se me cierran puertas, incluso en otras áreas, eso me pone puntos negativo a mi estado de ánimo. 3 meses sin trabajo, sin dinero, es difícil vivir así y ser positivo.
Por otro lado, están mis compañeros de piso, a los cuales, les importo solamente cuando necesitan algo de mí. Como por ejemplo, cocinar, bajar a comprar comida, un favor si ando en la calle, entre otros. Pero no se acuerdan de mí, cuando están tomándose unos tragos en la sala o cuando hacen planes para el fin de semana. Se los hice saber una vez y su repuesta fue simplemente: “Es que tú eres muy amargado y por eso no te invitamos.”, una cosa es que yo siempre tenga cara de serio y otra cosa es que yo descargue mi amargura, la cual si tengo, con ustedes.
Entonces ¿qué ocurre? Ocurre que cuando ellos están riendo, hablando, escuchando música, etc., yo me limito a salir de mi cuarto, a ir por un vaso de agua, algo para comer, ir al baño. ¿Por qué? Porque simplemente me siento excluido y me siento como un estorbo, en mi propia casa, la cual yo les abrí las puertas a ellos. También les hago saber eso, y me dicen es: “Es tu casa, puedes salir.”, pero no, no me gusta estar en un lugar donde esté incomodo, incluso salir por agua me resulta incómodo porque siento sus miradas juzgándome en silencio.
Quizá yo esté mal y mi autoestima esté por el suelo y por ende siento ese rechazo de ellos. Pero es mala onda sentirse excluido. Pero bueno, para eso existe la música. Entre música y series mi vida pasa lentamente.
Suelo salir a museos y caminar mucho por esta gran ciudad, sentarme en un café y ver a mi alrededor, salir de ese café y sentarme en un parque y así son mis días cuando suelo salir de casa. Cuando no camino, suelo pedalear varios kilómetros, siempre descubriendo nuevas vías y viendo cosas que me gusten.
Pero siento que ese pedazo que acabo de escribir, ustedes lectores dirán: “Oye, pero con eso eres feliz, agradece.” Y la verdad es que no, me sigo sintiendo vacío, no encuentro mi propósito, no encuentro mi felicidad, quiero ser feliz plenamente y no a ratos. Lleno mi cabeza con proyectos que a la larga dejo tirados por falta de motivación y empatía conmigo mismo.
Como dije a un principio, la música siempre será mi mejor aliada y me acompaño mientras escribía estas líneas, finalicé con “No I In Threesome” de Interpol, más abajo les dejaré los vídeos. Por si no las conocen.
Saludos y gracias por leerme el día de hoy. Espero que el próximo sea un poco más alegre que este.