El ultimo chance (capitulo 4)
Segui el rastro que habian dejado mientras hiba por el camino seguia matando mostruos los cuales no paraban de salir, ya estaba cansado no tenia ni idea de cuanto tiempo llevaba caminando. Solo veia un gran decierto no paraba de sudar y cada ves era mas dificil matar mostruos ya que estaba cansado, sudado, y mis rafagas de viento no causaban el mismo daño. Ya estaba atardeciendo, me encontraba rodeado de mostruos estaba cansado ya no podia mas, tambien Ronnin y Draco estaban cansados se les notaba en eso los montros comienzan a atacarnos sin parar, golpeanonos y terminamos con heridas graves antes que me dejaran inconsiente. Al despertarme estaba en una cama miro a mi alrededor estaba en una casa con un anciano a mi lado,
-Donde estoy señor-en mi casa
no entendia nada solo queria saber como llege alli que paso con Ronnin y Draco pero estaba tan herido que no podia casi ni hablar y el solo respondio a mi pregunta para luego marcharce, quede solo con mis pensamiento estaba muy molesto ahora por lo sucedido ya que merecia respuestas pero al mismo tiempo estaba agradecido de estar vivo es un sentimiento extraño. Me doy cuenta que estaba vendado casi de los pies a la cabesa, estuve pensando por un rato hasta que me quede dormido y me desperte al dia siguiente, miro a mi lado y veo nuevamente al anciano a mi lado no dudo en preguntarle
-Cuantos dias estuve dormido y donde estan mis compañeros
el se me queda viendo pero no me responde solo se levanta yo le repito y esta ves el me responde
-Si te refieres a los dos monstruos domados trankilo ellos se encuentran bien, mal heridos, pero bien ahora respondeme exactamente quien eres por que para domar a esas dos bestias de
tan alto nivel tener aparte una daga de viento de alto nivel y no ser reconocido ni tener una armadura no tiene ningun sentido para mi.
no entendia bien a lo que se referia pero tampoco tenia muchas intenciones de responder por que como le explicaria que me regalaron esa arma y que no sabia como habia domado a Ronnin y Draco eso seria muy tonto asi que decido mantener silencio, me di cuenta que no tenia tantos vendajes esta ves la cara no la tenia vendada era satisfactorio saber que me estaba recuperando de aquella golpiza que me habian propanado esos monstruos, asi que decido seguir descanzando para recuperarme. Me despierto y nuevamente veo a ese viejo al lado mio le pregunto
-Me puedes decir cuanto tiempo llevo aca no me e levantado por que me duele todo el cuerpo pero ya me estoy sintiendo mejor se puede saber que me a echo
se me queda viendo y me responde de forma mas amigable que antes
-Primero que nada realmente me sorprende que hayas domado a esas bestias de la manera en que lo hicistes son muy disiplinadas segundo respondiendo a tu primera pregunta llevas dos
meses en ese estado asi que creo que tendras problemas al para volver a acostumbrarte a usar tu cuerpo y por ultimo te e estado medicando de distintas formas, sanando tus heridas con magia y plantas curativas lo cual acelero bastante tu recuperacion
despues de contarme eso me doy cuenta que casi ni tenia vendas en mi cuerpo asi que dispongo a levantarme de la cama, me tomo mas tiempo y esfuerso del que crei ya que aun me dolia todo mi cuerpo, al estar de pie el viejo se sorprende y me responde diciendo
-Es increible que en tan solo dos meses te hayas recuperado de semejantes heridas, normalmente a una persona le toma cerca de sinco a seis meses con suerte y mucho tratamiento-lo dices en serio, por cierto como se llama anciano
el se queda pensativo pero me responde
-Soy "Pericles" el sabio de esta zona y no me digas mas anciano joven
despues de eso me quede viendolo a lo cual me di cuenta que tiene una joya colgando por su cuello con un brillo verde como la joya en la empuñadura de mi daga
-Entendido sabio Pericles por cierto que son exactamente essas joyas verdes, tienen alguna funcion-si asi es son las joyas conductoras transforman tu energia en magia
Al darme esa respuesta entendi por que me sentia tan cansado despues de usar tanto mis rafagas de viento era mas que claro que todo poder tiene un costo en este caso era mi energia lo cual al usarla continuamente haria que me sintiera canzado, despues de esa pequeña explicacion entra un joven corriendo y le grita al sabio
-Sabio ellos, ellos llegaron