MIEDO

Dando paso a la noche, me dispongo a meditar la mortalidad de mi existencia, lo fácil que es no despertar al día siguiente por lo que me acompaño aquellos sentimentalismo que sobrestima los miedos, un sonido, una imagen difusa, el cambio de temperatura, sensación de peligro sin encontrar nadie de tras, racionamiento lógico del por si acaso enciende las alertas y proyecta las alucinaciones sin explicación aparente. Comprendiendo que las estrellas no son seres superiores celosos y castigadores, pero temeroso a su supuesta furia. Abstracciones de una misma locura colectiva, en la línea de lo real e irreal, no obstante la noche continua gozando con imaginación oscura, que me transporta al lugar de espectros, estropajos y sus escasas figuras, a una hora desconocida mis ojos recorren la habitación intentando hallar una respuesta que de formar concreta, de razón a mi singular mesura, para solo encontrar el sutil resplandor del alumbrado público que se cuela por la ventana, y que entre las sombrar disimula tenebrosas miradas.