Mi café y tu café. Microrrelato real.

in #spanish5 years ago (edited)

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Mi café y tu café.

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Aquí estoy sentado a la mesa. Y pensando. Imaginando. ¡Cuántas veces te invité a compartir un café en un restaurante, o en una placita! O más sencillamente, en mi pequeña casa.

El complemento habrían sido unas galletas dulces, o unas tortas amarillas pequeñas. No es por lo difícil de la situación, sino por el apremio de robar al tiempo un encuentro furtivo, que diera ocasión a un encuentro frugal.

Y más allá del apuro del reloj, poder pasar unos minutos, solo unos pocos minutos en deliciosa compañía.

Aquí me hallo frente a 2 tazas de café, que expiden esas diminutas nubes producidas por la humedad y el calor. Y ya creo que no vendrás. Pero contradictoriamente, espero que un milagro te haga aparecer de pronto.

No me decido a tomar mi taza, que está pegadita de la que te asigné a ti. La temperatura les está bajando a los 2 cafés. Y la pregunta me ataca: ¿Sigo esperando?

Resuelvo esperar un poco más, mientras doy más chance de que vengas, y me pongo a imaginar lo que hablaríamos. Sí, de una canción a tus ojos, de unos versos a tu boca, de unas frases a tu figura.

¿Habría ocurrido un abrazo? Sí, un sencillo abrazo, o un beso a los ojos, que fue a lo que más me aproximé proponerte, si llegásemos a encontrarnos.

Con calma, y al mismo tiempo, con inquietud, volteo a ver si eres tú que está llegando, porque se han escuchado unos pasos suaves y lentos por la vereda. Pero no eres tú.

Desalentado por la falsa ilusión, me siento de nuevo. Tu café y mi café se han enfriado por completo. No viniste.

En un intento por explicarme y conformarme, agarro tu café y lo echo en la jarrita. Y pongo a calentar de nuevo mi café.

A los 10 minutos se me acerca un vecino a preguntarme si el internet está funcionando bien. Le respondo positivamente, y como se queda mirando hacia la mesa, se da cuenta de lo que hay sobre ella.

Entendiendo el deseo del vecino, le sugiero que se aguante un poco más, pongo la jarra en la hornilla, y rápidamente le sirvo el mismo café que tú te ibas a tomar conmigo.

Y me digo, a manera de consuelo: tal vez algún día pueda ser.

Sort:  

Buen relato @lecumberre.

Tienes una particular habilidad para relatar las cosas simples.

Saludos

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Agradecido, Hug. Un relato cuyo final lo cambié, justamente porque el vecino se acercó.

Muchas gracias, gran maestro Goya, por la apreciación y valoración de este post.