Aguas residuales y SARS-Cov-2

in #spanish4 years ago

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La revista Nature ha publicado un artículo de Smriti Mallapaty según el cual más de 12 grupos de investigación a nivel mundial están analizando las aguas residuales con el fin de estimar el número total de infecciones por coronavirus en una comunidad.

La utilidad del estudio de las aguas residuales está dada por la posibilidad de analizar muestras de un gran número de personas (sanas e infectadas -sintomáticas y asintomáticas-), a diferencia de la investigación individual de los miembros de una comunidad. No obstante, es importante que se sigan haciendo pruebas clínicas en las personas, ya que permite la ubicación específica de los casos positivos. Hasta ahora, mediante el análisis de las aguas residuales, se han encontrado rastros de COVID-19 en Países Bajos, Estados Unidos y Suecia.

Una vez superada la pandemia, la investigación de las aguas residuales podría mostrar la reemergencia de COVID-19 en caso de llegar a ocurrir, señalando además los sitios de reaparición del virus. La investigación de las aguas residuales puede también dar señales de alerta temprana, ya que se ha reportado que un grupo de investigadores detectó rastros de COVID-19 en un aeropuerto en los Países Bajos apenas cuatro días después de que en la localidad se confirmara el primer caso de SARS-CoV-2 mediante pruebas clínicas. Además se ha reportado que el virus puede aparecer en las heces dentro de los tres días posteriores a la infección, es decir, mucho antes de que aparezcan los signos de la enfermedad en caso de que las personas infectadas sean sintomáticas, o que su estado de salud amerite buscar atención hospitalaria.

De acuerdo con lo expuesto por la viróloga ambiental del Instituto Federal Suizo de Tecnología de Lausana, el seguimiento de las partículas virales en las aguas residuales podría darle a los funcionarios de salud pública una ventaja para decidir sobre la introducción de ciertas medidas, como los bloqueos y el distanciamiento social, para controlar un brote; de hecho señala que “De siete a diez días pueden hacer una gran diferencia en la gravedad de este brote”.

Finalmente, según Charles Gerba, microbiólogo ambiental de la Universidad de Arizona, Tucson, el monitoreo de las aguas residuales se ha utilizado durante décadas para evaluar el éxito de las campañas de vacunación contra el virus de la Polio. Este enfoque también podría usarse para determinar la efectividad de las medidas tomadas contra el COVID-19.

Fuente: Nature 580, 176-177 (2020) Doi: 10.1038/d41586-020-00973-x

Foto: Getty