El regreso del Mastodonte
Siempre lo persiguieron los golpes, sólo le bastó ser el más pequeño de aquellos cinco “benditos mastodontes” como de cariño les decía su madre entre nalgadas y cinturonazos. Desde muy niño aprendió a soportar el castigo y a perder el miedo a sentir dolores. En la escuela no fue distinto, los más fuertes querían siempre probarse con él y le buscaban el pleito a empujones o con insultos irritantes. Aguantaba lo más que podía, pero después le callaba a todos la boca, no sin varios moretones y algunos chorros de sangre. El único amigo que él así consideraba lo tuvo hasta la secundaria, aquel muchacho en silla de ruedas con el que por suerte le tocaba hacer todas las tareas en equipo ya que ellos eran del salón los más raros y eran siempre los únicos que sobraban después que todos los equipos se formaban. Así pudo ayudarle Nicolás al “Mastodonte” a pasar sus exámenes y a que lo aceptaran en el equipo de boxeo y lucha que había en la escuela, fue el mismo Nicolás el que le explicó que existían aquellos deportes de los que extrañamente era muy aficionado. Salieron los muchachos de la secundaria y el “Mastodonte” ya era toda una sensación en los torneos escolares, las medallas se acumulaban pero ya no veía a Nicolás. No tuvo noticias de él hasta unos años más tarde cuando supo que había muerto de aquella enfermedad que lo tenía en aquella silla.
Precisamente sus pensamientos constantes sobre la muerte le habían hecho recordar hoy a Nicolás mientras caminaba hacia la Arena. Había soportado el “Mastodonte” en su carrera muchísimos golpes, candados, ahorcamientos, fracturas, los excesos de las victorias y las angustias de la derrota. El “Mastodonte” tenía cubierto por tanto músculo, un corazón muy tierno, y ese sí nunca había sabido como cuidarlo. Tras dos divorcios anteriores que ya habían mermado sus ilusiones y su cartera, su última esposa se había accidentado hacía seis meses falleciendo con sus únicos dos hijos, mientras que él se entrenaba para retar al actual campeón en el “Histórico regreso del Mastodonte”. El entrenamiento que llevaba el veterano luchador no pudo ir a peor, mientras el asunto de funerales, abogados y demandas por el accidente lo estrangulaba peor que cualquier oponente, el corazón destrozado de haber perdido a la esposa y los niños ya no lo dejaba respirar. Perdió la poca disciplina que le quedaba, buscó escaparse en la derrota anticipada acompañada por el alcohol y la mala vida por las sucias callejuelas de la ciudad, ningún sentido hallaba, ni respuestas en aquel cielo color gris plomo.
Así, sin saber cómo, hoy llegaba a la pelea con una resaca de todos los demonios y también, lo sentía perfectamente, con alguna costilla fracturada. No mostraba con su entrenador ni con el empresario al estarse preparando para la pelea expresión alguna de dolor. El entrenador masajeaba y el empresario recordaba, —Es tu última oportunidad, “Mastodonte” —. Quería dedicarle algún pensamiento a su oponente pero sólo recordaba a Nicolás, lo que le estaría diciendo ahora sobre el esfuerzo y aquello de la disciplina y aun eso de “disfrutar la vida al máximo”. El entrenador masajeando la zona de aquella costilla.
El discurso de presentaciones fue largo y el público estaba dividido exactamente a la mitad entre el campeón y el “Mastodonte”. Le esperaban tres rounds de cinco minutos empleando cualquier técnica de lucha y artes marciales en la categoría heavy weight. Mientras ponía su “cara de guerra” al enemigo durante las indicaciones del referee, el “Mastodonte” recordaba los procesos legales y deudas que se habían acumulado con los abogados; aún continuaba en eso cuando ya estaba recibiendo los primeros golpes y patadas. Un golpe directo a la mandíbula le hizo perder el equilibrio mientras recordaba estar ante el campeón, mucho más joven y con ganas de comerse al mundo, la alerta le permitió defenderse apenas de la continua presión del defensor del título, pero las piernas temblaban, el sudor de la borrachera empezaba a traicionarle. Estaba derribado, con un brazo prensado y bajo una lluvia de golpes mientras acababa el primer asalto.
Para el segundo round, el campeón había descubierto el punto débil del “Mastodonte”, y las patadas a las costillas aumentaban su frecuencia, ya empezaba a echar escupitajos con sangre. Para evitarlo empleaba toda su fuerza el “Mastodonte” en extraños lances, logrando conectar a veces, cayendo ridículamente al piso en otras para terminar recibiendo algún “candado” en los brazos. Quería el campeón terminar con el oponente antes del tercer asalto pero no lo consiguió. Tal vez al “Mastodonte” lo haya salvado el recordar su escaso saldo en el banco, fue el momento en el que milagrosamente escurrió el cuerpo y terminó con los ojos a medio abrir de lo hinchados, tambaleante pero de pie aquel segundo asalto.
Llegando a su banco el entrenador le sugería al “Mastodonte” rendirse. Traes rota la costilla, a mí me engañaste pero aquel ya se dio cuenta, ya suéltalo, no vale la pena —decía el entrenador preocupado—. Se va a ir todo al carajo —balbuceaba el “Mastodonte” escupiendo coágulos—. De entre el gentío bajo el ring llegó el empresario gritándole al luchador. —Esto va a acabar mal, ya lo vi, sea como sea está será nuestra última pelea. Sólo te pediré algo en honor de todo lo que hemos pasado, choca las manos con mi sobrino. No sé por qué pero él te admira más que a nada en el mundo aunque es un verdadero genio. Casi me meto en problemas pero lo he metido a la pelea para verte, quiero que te salude antes de lo que viene. Traigan al muchacho.
Un joven llevado en silla de ruedas se fue acercando al “Mastodonte”, tenía los ojos abiertos y sonreía atontado. No importa cómo acabe este asalto, es usted un gran luchador, ha inspirado a muchos, y a mí me ha enseñado montones con su famosa frase “¡A disfrutar al máximo!” —Le decía el muchacho contento, casi llorando por la emoción—. Eso era todo lo que me hacía falta, Nicolás —le dijo el “Mastodonte”, así sin pensarlo—. ¿Cómo supiste su nombre? —Preguntó el empresario—. Lo había estado esperando desde hace muchos años, le debo un montón de cosas a este muchacho. —Respondió el “Mastodonte” relajado.
Al día siguiente en los noticieros se supo del increíble retorno del cinturón de los pesos pesados a las caderas del “Mastodonte”. Un golpe certero al poco de iniciar el tercer round aterrizó en pleno rostro de un confiado defensor del título que iba por todo para acabar con el veterano de tantas peleas, en la vida y en la lona de los cuadriláteros.
Imágenes editadas con base en las siguientes Fuentes: (Imagen 01), (Imagen 02), (Imagen 03)
@LeVeuf
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Es grandioso el aliento al trabajo y la imaginación que su apoyo brinda. Impulsando los proyectos que se van formando, los que se van consolidando. Muchas gracias por su valoración a esta publicación @Sancho.Panza!!
Lo mejor para todos en el Equipo @Cervantes!!
Un gran combate, expresa las constantes luchas de la vida. Excelente como siempre @leveuf eres admirable
Saludos. Buenos días 🤗
Constantes, llenas de símbolos de previas experiencias, de decisiones que tomamos al momento, de perspectivas!! Es compleja la vida pero siempre nos enseña!! Te abrazo fuerte, @SLwzL, con buenos deseos para el día y la semana que comienza!!
Nada más lindo que los abrazos amigos... así que van de regreso 🤗😇
Feliz tarde @leveuf
Es como mandarte el abrazo a partir de una Nueva Era, pero eres la primera a quien comento sin miedo de perder la cuenta desde hace unos días en esta plataforma. Veremos cómo se van desarrollando los sucesos con aquel famoso HF20!! :)
Por ahora, un abrazo bien Fuerte y buenos vientos, @SLwzL, todos los mundos suelen dar sus vueltas!!
Siempre lo más Bello!!
Una singular manera de describir la "fuerza" interior, que se convierte en fuerza "exterior" a voluntad, para mi un relato con una hermosura profunda, al decantar el mensaje interno. Con todo respeto , y mi admiración , te dejo mi:
Aunque me he tardado un poco, paso emocionado a agradecer este aplauso, que le cedo completo al Mastodonte, que al ir a su pelea nos ha regalado algunas lecciones importantes, sobre la vida y sus experiencias!!
Muchas Gracias por haberlo visitado @Aplausos, es un gran gusto recibirla, así como también el maravillosos comentario. Por aquí me iré recuperando en este regreso de la plataforma!!
Qué contenido tan brutal mi amigo. Hay que divertirse como sea, cuando uno mira hacia atrás pasa volando todo, así que unas risas en el presente, lo más sano. Un abrazo desde Venezuela. @leveuf, hermano.
Una Gran reflexión mi gran amigo @UnderworldArt, me da gusto que siendo tan joven ya hagas tan profundas reflexiones sobre lo que nos sucede en la vida. Me ha dado gusto recibir tu visita aunque me haya tardado en responder, ya sabes los motivos!!
Van más abrazos Grandes!!!
Que excelente texto amigo @leveuf , se me ha ido el tiempo como agua leyéndote. Muy bien armado el cuento, y muy descriptivo, pude imaginarme todo como si fuera un película al ir leyendo tus letras. Gracias por este regalo, textos como este son lo que me animan a seguir escribiendo. Un abrazo!
Ha pasado ya un buen tiempo en esto de los cambios de la plataforma pero no quería quedarme sin agradecerte esta visita, @Bonzopoe!! Gracias por ese buen rato que te has pasado en estas andanzas del Mastodonte. Agradezco mucho tu comentario!
Y bueno una vez puesto todo al corriente, por acá o por allá nos seguimos encontrando!! Abrazote!!
Qué bonito final: el resurgir del mastondonte, desde el auténtico afecto que había vivido. Muy, muy lindo.
Y todo el cuento muy bien hilvanado, con un perfecto uso del lenguaje.
Felicitaciones, gran amigo @leveuf.
El Mastodonte, animal enorme que pareciera no tener entrañas o sentimientos, y mira que también en el cabe un mundo entero de experiencias malas y buenas. Que bueno que disfrutaste este cuento, de hace ahora ya algún tiempo. Poco a poco nos vamos reencontrando. :)
Te abrazo Fuerte por aquí, que aún faltan más en este día!!
Sólo lo más Bello!!
Sí, amigo, poco a poco vamos regresando a ese delicioso comentar que da sabor especial a las publicaciones y hace de Steemit un lugar especial.
Te quiero mucho,
Un abrazo grandísimo.
Me da gusto, @Mllg, porque tú eres una gran comentadora y sin duda siempre das gran apoyo con tu excelente retroalimentación. Que puedas retomar esa actividad debe darte muchísima alegría, yo lo sé!! Va un abrazo bien grande y ya por aquí nos seguiremos enterando!!
Va un abrazo bien fuerte por aquí, ahora te veo más!! :D
En los comentarios tengo que ir con calma.
El que está prácticamente silenciado es @josegilberto.
Si comenta no publica, al menos puede votar.
Un abrazoooote!
Me encantó su cuento. Hay mucho de ternura, superación, reflexión en el personaje del Mastodonte. En los atletas la parte mental y emocional es tan importante como la física y en su cuento se demuestra. La Aparición de Nicolas pudiera verse como el producto de la mente del luchador, una alucinación, (que le permitió vencer esta nueva dificultad que se le presentaba en el cuadrilátero de lucha .
El relato al parecer cayó perfecto en la intención y discurso sobre las dificultades que la vida nos propone en cada caso para superarlas. Los símbolos que formamos en torno nos ayudan en cualquier momento para tomar las decisiones y actitudes necesarias. Debo decir que la lectura es magnífica aunque el tema sea grisáceo y sudoroso.
Siempre es un placer recibir tus visitas @FrancisAponte25, y la amplia perspectiva de los comentarios!! El abrazo va bien fuerte, contento de que hayas disfrutad del relato!!!
Que manera tan emocionante de describir esta historia llena de pesares y triunfos. Una vida de castigos y golpes, de humillaciones y maltratos no pudieron quebrar su espíritu. Una narración que habla de superación a pesar de estar todo en contra. Un final alentador. "Mastodonte"
Todos seguramente llevamos algo del "Mastodonte" por dentro, a nuestras diversas maneras; hay golpes que hemos aprendido a soportar aunque a veces nos pongan a prueba para ver de qué estamos hechos. Son admirables esos atletas, pero tienen algo especial esos que se han dedicado al combate del cuerpo a cuerpo, del que hay historias sin duda ejemplares en el contexto del deporte y en la larga historia del ser humano.
Me da gusto que la haya disfrutado, @Mariqyes!!
Van abrazos bien fuerte y los mejores deseos en cada uno de los asuntos importantes!!
Gran relato que expresa las luchas y reflexiones de la vida reflejada en ese gran personaje que a pesar de todo lucho asta el final con gran inspiración....saludos y abrazos.
Muchas Gracias por pasar a ver este combate en el que se juegan la vida y el alma del "Mastodonte" en el cuadrilátero, que bueno que te ha gustado, @ArtePoetico!!!
Va un abrazo grande, alegría y para el Camino, sólo lo más Bueno!!
El underdog se eleva desde los infiernos en su ascenso a la gloria. El camino del héroe en un cuento corto. ¡Excelente, muy bien logrado!
El camino del héroe en medio del transporte urbano que sería el umbral. Los monstruos, los recuerdos y la situación actual; el ayudante, aquel amigo que es maestro en el disfrutar las pruebas de la vida. La apoteosis, recuperar el campeonato al final! Tremenda lectura y apreciación, @JCalero, no he de negar que me dio mucha emoción ver así al Mastodonte!!
Agradecido de la visita y comentario, va un fuerte abrazo con los mejores vientos en cada proyecto, sólo lo Mejor!!