Diario de una maestra #1: Introducción

Feliz día comunidad, tal como les comenté unos cuantos posts atrás me encuentro en la recta final de mi carrera, pronto seré Licenciada en Educación Especial y con este primer número de "Diario de una maestra" les echaré el cuento de cómo inicié este lindo pero agotador y poco valorado camino.

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Ingresé a la universidad a los 21 años de edad y como buen primer día de clases mis expectativas estaban por las nubes, era imposible no imaginarme ya graduada y ejerciendo esta profesión que además significa tanto para mí, pues como ya sabrán tengo una hermana con autismo y por ella decidí dedicarme a la Educación Especial.

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No faltaron las preguntas típicas del primer día de clases ¿Cómo te llamas?, ¿Cuántos años tienes?, ¿por qué decidiste estudiar Educación Especial?, etc. Luego de que todas (si, todas mujeres) culmináramos la respectiva ronda de presentación, llegaron las primeras palabras de la profesora encargada de la bienvenida, las cuales hicieron alusión a la ganancia monetaria que como futuras docentes íbamos a obtener. Esas primeras palabras que quizá muchas esperábamos fueran de aliento y bienvenida se convirtieron en: " Si quieren dinero váyanse porque aquí no lo obtendrán". A pesar de que posterior a ello nos brindó una introducción sobre la carrera y habernos felicitado por apostar por la educación en venezolana y no solo por la educación en general sino por la educación de niños y niñas con necesidades especiales, se me fue imposible hacer caso omiso a aquellas primeras palabras de la profesora.

Esto, en lo personal, me llevó a cuestionar muchas cosas y no me refiero precisamente a las palabras utilizadas por la profesora puesto a que la realidad es que el ser docente en este país, podría atreverme a decir, es una de las profesiones peores pagadas y menos valoradas, incluso es hasta una cuestión de cultura también, las personas no ven la importancia de educar o instruir (como dirían algunos), son incontables las personas que colocan cara de lástima cuando les comento lo que estudio y que hasta me sugieren que busque algo que me "dé" más, económicamente hablando.

Creo que las políticas de Estado deberían centrarse (sin ánimo de desprestigiar las demás profesiones) a crear políticas donde se valore el trabajo de quienes dan la vida (literal) en la educación del país, no sólo a nivel salarial sino también condiciones óptimas de trabajo que permitan que nuestro trabajo sea menos cuesta arriba, porque sin bien es cierto que existe una vocación que nos impulsa a continuar en el área, también es cierto que como cualquier otra persona tenemos necesidades que cubrir y tenemos los mismos derechos a trabajar con las mejores condiciones para obtener mejores resultados.

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Recordemos que de los maestros y profesores dependen las demás profesiones, seamos agradecidos.

Nos estamos leyendo en una próxima entrega de "Diario de una maestra". Texto original de @liliana261175

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