Eclipses Lunar y Solar

Hoy les quiero contar lo que para mí significó estos eventos cósmicos como lo son el eclipse lunar del 31 de enero de 2018 (superluna) y el eclipse solar el 15 de febrero 2018; vale acotar que digo para “mi” porque mi principal objetivo es contar mi experiencia, que sé que a muchos le puede nutrir, esto porque cuando buscaba respuesta no las encontré en ninguna parte más allá de fotos y explicación científica.

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Realmente como para muchos de nosotros la palabra eclipse no significaba mucho para mí, hasta que el 27 de enero comencé a sentir un fuerte dolor de cabeza, aplique auto sanación, mi meditación constante, tomé medicamentos (cosa que no me gusta mucho), el dolor continuó, analizándolo, realmente no era un dolor, era una presión total y dolor en los ojos (insoportable), fui al médico pasados 4 días sin mejora, me vio el neurólogo, su conclusión fue que estaba impecable, me inyectaron y tampoco mejoré nada.

Después de este escenario y de haber buscado respuestas por internet (sin frutos), me conecté con mi Ser a través de la meditación y le pedí que me diera luz para entender que me sucedía, es cuando por atracción llegó a mi vida la respuesta. Un articulo a través de telegram que recibí de Eduardo Ostraujov (canal de luz) describía exactamente los efectos pre y post eclipse, entre esos estaba yo.

Que fue lo que entendí de ello, que estaba desarrollándose un flujo intenso de energías ingresando en nuestro planeta, por la mudanza de las viejas energías y la recalibración de nuestra frecuencia vibratoria donde mi cuerpo era participe por ser parte de él, principalmente el cambio es energético y lo vive nuestra madre tierra, estamos dentro de un parto (dar a luz), donde el nacimiento consiste principalmente en la reconexión cuántica, todos estos cambios son energéticos.

¿Me preguntaba, porque solo lo están sintiendo algunos, otros no? Entonces entendí que unos son más sensibles a estas nuevas frecuencias, el cambio es para todo lo que habita este planeta, pero cada uno dentro de su propio camino.

Es un cambio maravilloso y me siento extasiada de poderlo vivir ya que antiguos han estado profetizando estos tiempos, pero solo lo vamos a entender cuando comprendamos que los cambios no son físicos, es energético, es un cambio de vibración y si no elevamos y no vamos de la mano del planeta nos quedaremos rezagados, el cambio es imponente y majestuoso, está pasando, lo veo, lo siento, se están cayendo los velos, los esquemas, lo que siempre creímos que era verdad está hoy día en tela de juicio.

Por ello, el llamado es al despertar, a crecer en consciencia, nuestro ADN se está reestructurando, nos estamos reconectando con la verdad que somos, somo Luz, esto no quiere decir que en medio de este proceso estaremos flotando en nubes de algodón y que los ángeles bajaran del cielo, no, realmente es un trabajo individual y es doloroso, como todo parto.

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La entrada de energías comenzó el 18 de enero de 2018 y cierra el 21 de febrero de 2018 (efectos continúan hasta mayo posiblemente), lo que estuvo ocurriendo fue una gran limpieza de la mano de los eclipses y grandes vientos solares desde el sol central trayendo plasma solar. Los eclipses, solsticios y equinoccios son procesos propicios justamente para el ingreso de nuevas energías.

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Y así me encontraba yo envuelta en toda esta experiencia, incapaz de trabajar bien, con nauseas, mareo, pitidos en los oídos, pero maravillada de poder entender lo que estaba pasando y de poder observar todo este cambio que acontece en nuestro maravilloso planeta celeste, así comprendiendo por experiencia propia que somos un micro universo y que, así como la tierra se está reestructurando como un átomo que mueve toda su estructura molecular lo hace mi cuerpo.

Es entonces cuando divise en mí el entendimiento, ¿si la naturaleza responde a esta energía, a través de sismos, erupciones, tormentas, cambios climáticos, porque yo sería la excepción? Por ello, en medio del dolor y de la turbulencia acepté lo que estaba experimentando y justamente pasados 9 días, esa presión en la cabeza, se fue, para darle paso a otros síntomas, pero menos dolorosos, como lo son reavivamiento de emociones que creí fuera de mí, se manifestaron para exponer su resistencia al cambio, como lo son la tristeza, la ira, irritabilidad, desde la aceptación, las estuve observando presentes en mí 3 días y se fueron desde el amor.

Hoy por hoy puedo dar fe de esta mudanza de lo viejo hacía lo nuevo y no porque veo la gente feliz en la calle, sino porque lo siento, va más allá de lo físico, es un proceso natural y somos parte de ella, tenemos asistencia superior y el planeta está despertando, se está ajustando, fotones presentes y sobre todo presencia de Luz.

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Despertemos hermanos míos, seamos curiosos, busquemos más allá de lo material, ahí radica la verdad de lo que somos, somos uno, estamos conectados. “Como es arriba es abajo”, “Con los pies en la tierra y las manos en el cielo". No dejemos las cosas en manos de Dios, seamos Dioses haciendo pequeñas cosas con las manos.