Las dos reinas de la noche.
Una vez seguí el camino de la Luna y me perdí. Encontré un río, me miré en el reflejo y en él se encontraba la Luna brillando justo por encima de mí. Me quedé apreciando su belleza hasta que esta dijo "Eres hermosa."
Guardé silencio un rato, seguí apreciando su encantadora luz esperando a que volviera a musitar alguna palabra. Como el silencio era insoportable, respondí: "Para ser igual de hermosa, debo ser tu heredera. Ocuparé tu puesto en el cielo y reinaré todas las noches. Me declaro tu hija."
Desde entonces, voy por el mundo diciendo que soy la legítima reina regente de las noches, y que pronto no sólo suplantaré a mi madre. Pronto estará a mi lado. Y en las noches habrán dos lunas que puedan guiar todos los senderos del mundo.
"Quiero que estés a mi lado." Dijo la Luna, mi madre, una vez que miraba con mucho amor al cielo. "Pronto, madre." respondí "Así la gente dejará de decir que estoy loca."
Entonces, la gente comenzó a señalarme como bruja, y el sacerdote del pueblo junto a otras personas importantes me condenaron a morir en la hoguera. Esa noche, cuando el fuego comenzó a cubrirme y empecé a sentir el intenso calor de la muerte, la luz de la luna me abrazó y subí al cielo, frente a todos los ojos incrédulos de los pueblerinos. Hoy vivo una eterna felicidad como la princesa de mi nuevo mundo, y pronto irradiaré tanta luz que enloqueceré a muchas personas.