2045, Fiestas
Me despertó el sonido de los tambores que se iban aproximando, no era el sonido monótono del páramo castellano, tenía cierta ensoñación caribeña.
Recuerden, el último fin de semana de Agosto, las fiestas de San Juan Degollao, cabezudos, vinos, verbena, vienen forasteros...
Necesitaba algo para el aplastante dolor de cabeza, no sé quien ha pintado de azul sobre el adobe pretérito de la pared, el ventanuco de tablas sin lijar del pajar ha sido sustituido por unas maderas barnizadas, se le aspecto de antiguo, pero no hace tanto que..
Por la mañana carrera de sacos, calderos de agua con manzanas y subidas al palo a izar la bandera, después desayuno cortesía de las viudas del pueblo, espectáculo de magia en la tarde donde Blas, a la noche verbena y casetas de tiro...
La puerta, donde está la puerta, recuerdo ahora, la cambiamos, extinciones de condominio, usucapiones, usufrutos, tanto para nada, ¿Dónde están todos? Una arcada, devuelve el dolor de cabeza de la inmensa resaca al primer plano
_Toda la música de los 80 y los 90, sangría, precios populares, y a los más atrevidos, chocolatada al amanecer, en la Poa, este año en la Poa...
El sol, empieza a hacer justicia, debo buscar una sombra, aunque sea bajo los cipreses centenarios del cementerio, allí si me conocen, no desconfían de mi atuendo, están casi todos, un apellido que condené a la extinción de una estirpe...
"Se decía que el cura había evitado las muertes por rencillas en la guerra"
Sencillo , directo , cortito y al pie. Brutal.