Libertad (Capítulo 2 / 5)
La esclavitud es multifacética.
Las monarquías han desaparecido junto con el poder concentrado en una sola figura. La religión ha pasado al fondo en la sociedad secular junto con el poder concentrado en una sola figura. Los amos han desaparecido junto con el poder concentrado en una sola figura.
Las revoluciones en la historia del mundo tenían, y siguen teniendo, un solo propósito: sacarle el poder a quien el pueblo ya no considera que se lo merece.
Las revoluciones en la historia del mundo tenían, y siguen teniendo, un único resultado: darle el poder a otro que el pueblo considera, pero en algún momento ya no considerará, que se lo merece.
Las monarquías abrieron paso a la democracia, a grupos que desgarran un imperio por tener variadas opiniones. También abrieron paso a la dictadura, a un grupo que reemplaza el rol del antiguo monarca, que concentra el poder y que silencia opiniones distintas. Ya no hay reyes poderosos. Pero, lo que hacía un rey, ¿ya no se hace?
La religión controlada abrió paso a la libertad de culto, a grupos que se pelean entre sí por tener distintas creencias. También abrió paso a la sociedad secular, a un grupo que reemplaza el rol en la sociedad de la antigua religión, que ahora decide todo lo que la religión dictaba antes. Ya quedan pocas sociedades religiosas. Pero, lo que mandaba la religión, ¿ya no se manda?
Los amos se convirtieron en los patrones. Los esclavos pasaron a ser trabajadores libres. Los amos compraban esclavos en efectivo. Los patrones compran trabajadores en cuotas. Los amos pagaban a vendedores en mercados de esclavos, quienes habían capturado a los esclavos en contra de su voluntad. Los patrones buscan trabajadores en mercados de empleo, quienes se venden, ¿por propia voluntad?
La sangre azul dio lugar al dinero dorado.
Todo ha cambiado. Nada ha cambiado.
La esclavitud trasciende el tiempo y el espacio.
... continuará...