El burro y su suerte

Había una vez durante la edad media un cierto burro que miraba el atardecer mientras solo se quejaba de su suerte este decía:
-Que desgracia la mía haber burro nacido pues entre palos y trabajo me paso la vida, no hay momento de goce y disfrute que pueda haber tenido, entre lamentos vivo cada momento, si comer quiero, todo el día arar debo, sin contemplaciones golpes recibo sin ni siquiera haber entendido por qué sufre tanto este pollino, si solo los dioses caballo me hubieran concebido que feliz seria, pues con un caballero estaría bien alimentado y disfrutando de la sabana, minuto a minuto galopando, nada de trabajo ni lamentos, solo gozar cada momento y quien a tan noble animal a de golpear un desquiciado será, caminaría orgulloso por todo el lugar sin ningún trabajo que realizar.
Mientras decía todo esto pasó un caballero con su caballo con los implementos de la guerra para el campo de batalla y el burro al ver esto espantado dijo:
-Seguramente este caballo de la guerra no regresará, bendita suerte la mía que burro los dioses me han concebido, son mejor los palos y el trabajo que perder la vida en disputas tontas que el hombre ha creado.
Por eso es mejor no quejarse de la suerte que nos ha tocado, pues con misericordia Dios nos ha mirado.

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