Walter Raleigh se enfrentó con el paisaje y las maravillas de Guayana
Hola amigos de Steemit hoy les traigo un artículo sobre el aventurero y explorador Walter Raleigh para mi espacio: Mirada al pasado.
(Paul Cadmus,Sir Walter Raleigh, Richmond, Virginia, 1939.Colección Biblioteca del Congreso, Washington.)
Durante el transcurso del siglo XVI, el llamado Nuevo Mundo aparecía ante los ojos de los imperios europeos como un territorio que debía ser explorado y conquistado. Los exploradores españoles creían que existía el “Dorado”; una tierra virgen que estaba llena de oro. Rápidamente, sus historias comenzaron a circular por Viejo Mundo; se hablaba del oro, la plata y las piedras preciosas que estaban disponibles. Era una oferta muy tentadora para cualquiera con espíritu aventurero.
Estos relatos llegaron a oídos de Walter Raleigh, un aventurero, corsario y funcionario de Inglaterra. Él estaba seguro de que podía conquistar el famoso “Dorado” que buscaban los españoles; según sus investigaciones se encontraba en Guayana. Raleigh organizó una expedición y convenció a la reina Isabel de Inglaterra, la reina virgen, de apoyar su proyecto. Su aventura inició en 1595 y fue plasmada en su obra: El Descubrimiento del Vasto, Rico y Hermoso Imperio de Guayana, publicada por primera vez en Londres en 1596. Con su obra quería promover la conquista de Guayana.
El paisaje fue un dolor de cabeza para Raleigh
Al llegar a Tierra Firme, el experimentado navegante se percató de que la expedición no sería fácil. En el oriente, se encontraron con un paisaje complejo. Allí había grandes corrientes de agua y una variedad vegetal que complicaba su acceso. Raleigh señala el tipo de peligros que tuvo que afrontar:
…en junio, julio, agosto y septiembre se hace muy difícil navegar ninguno de aquellos ríos, pues tal es la furia de la corriente y hay tantos árboles y malezas cubiertas por el agua que solo por el hecho de que un bote toque un tronco o estaca es ya imposible salvar ninguno de sus ocupantes(…)”.
La necesidad de navegar a través de diversos caños y ríos por mucho tiempo obligó a los exploradores a sobrevivir en unas pésimas condiciones de salubridad, con poco alimento y agua. Así lo narra en su obra:
A menudo entreteníamos nuestra hambre con la fruta del país; y alguna vez, con aves y pescado. Vimos pájaros de todas las clases y de todos los colores: encarnados, carmesí, naranja oscuro, morados, verdes, de un solo color o de varios; y nos gustaba pasar el tiempo admirándolos. Ni que decir tiene lo útil que resultaba matar algunos con las armas, sin lo cual careciendo casi en absoluto de pan y sobre todo de bebida, salvo la turbia e infecta agua del río, hubiéramos llegado a una situación muy apurada.
Al parecer, la expedición tuvo que enfrentar grandes desafíos para sobrevivir al indomable paisaje.
La competencia por conseguir el Dorado fue a base de mentiras
Muchos exploradores compitieron por ser los primeros en llegar al Dorado. Cada uno de ellos representaban diferentes intereses y manejan varias estrategias. Raleigh señala que los españoles sabían de sus intenciones de conquistar Guayana, según su narración, ellos habían creado una terrible imagen de los ingleses en las comunidades indígenas para evitar que pudieran adentrarse en el territorio con su ayuda: “(…) los españoles para evitar que la gente que vivía en las regiones de paso hacia la Guayana o en la Guayana misma hablaran con nosotros, le habían convencido que comíamos a los hombres, que éramos caníbales”. Los españoles sabían que la expedición de Walter Raleigh quería promover la conquista de Guayana y la fundación de colonias inglesas en el Nuevo Mundo. Por ese motivo, era importante para ellos que la expedición fracasara.
Los hermosos paisajes maravillaron al inglés
(Theodore de Bry, Raleigh en el Orinoco,s/f. Colección Diseño y obra gráfica, Biblioteca Nacional)
A pesar de las dificultades que tuvo que afrontar, Raleigh no dejaba de maravillarse con el paisaje. Se fijó en la fauna y en el peligro que los acechaba:
A ambos lados del rio por donde pasamos, se extendían las más hermosas tierras que jamás habían visto mis ojos(…) El rio albergaba gran cantidad de aves de muchas clases: vimos también muchos peces raros de gran tamaño; pero sobre todo lagartos. De estos reptiles había miles (…). Un negro, un buen muchacho, saltó de la galera para bañarse en la boca del rio, ante nuestra vista, fue devorado por uno de aquellos lagartos.
Pero fue su viaje por la región del Caroní la que dejó en el explorador una de las impresiones más impactantes:
“Nunca he contemplado un paisaje más hermoso ni vistas más alegres: colinas que se levantaban aquí y allá sobre el valle; el rio serpenteando en diversos brazos (…) venados que cruzaban cada sendero, pájaros que al atardecer cantaban en todos los árboles sus mil canciones distintas (…) el aire fresco soplaba en forma de una ligera brisa del este, y cada piedra que cogíamos semejaba, por su color, ser de oro o de plata”.
Quería conocer los secretos de los indígenas
(Theodore de Bry)
Durante su exploración logró recolectar información sobre las diferentes comunidades indígenas que habitaban el territorio. Raleigh prestó mucha atención a las costumbres y la ubicación de las comunidades indígenas. Él creía que tenían la facultad de curar cualquier mal. Por ese motivo mostró gran interés en revelar sus secretos medicinales y en especial quería encontrar la cura al veneno que los indígenas utilizaban en sus flechas: “Nada me interesaba más que encontrar un verdadero remedio para las flechas envenenadas; porque, además de la herida mortal que producen, la victima padece el más insufrible tormento del mundo (…). A veces terminan completamente locos, otras, sus vientres reventaban y salían de ellos unos intestinos negros como el carbón y tan putrefactos que nadie podía curarles ni acercarse a atenderles.
De estos grupos aprendió cómo trabajaban el oro y en dónde lo conseguían: “Me fijé que la mayor parte del oro con el que fabricaban las láminas e imágenes no se extraían de las rocas, sino que en el lago de Manoa y en muchos otros ríos lo cogían, en forma de granos de oro puro y en piezas del tamaño de piedras pequeñas”. El oro era un elemento importante para que su expedición tuviera éxito. Sin embargo, Raleigh descubrió otras riquezas: la calidad de la tierra, la variedad de la fauna y flora, las ventajas militares que ofrecía por su posición geográfica y las características del territorio.
La Guayana mágica
(Theodore de Bry, Ewaipanoma)
En su obra plasmó un rico pensamiento mágico maravillo vinculado al paisaje y a seres extraordinarios. En ella narró historias de seres extraordinarios como las Amazonas, los Orejones y los Ewaipanoma:
Cerca del Arui (…) vive una nación de gentes cuyas cabezas no asoman por encima de sus hombros (…) se llaman Ewaipanoma y se dice que tienen los ojos en los hombros y la boca en medio del pecho y que un gran mechón de pelo les crece hacia atrás entre los hombros.
Por otro lado, menciona espacios llenos de riqueza y majestuosidad como la Montaña de Cristal, llena de diamantes y piedras preciosas:
Al atardecer entramos en un ramal del afluente del Orenoque llamado Winicapora, donde me habían dicho que estaba la montaña de cristal (…) vista desde lejos recordaba la torre blanca de una iglesia altísima. Desde su cima se precipita un gran rio sin tocar la ladera en ningún punto de la montaña. Produce un estruendo tan clamoroso que semeja al que causarían 1000 campanas grandes sonando a la vez”.
Estas ideas inspiraron a muchos ilustradores europeos de la época, quienes crearon una imagen fantasiosa del Nuevo Mundo.
Congratulations @noelis! You have completed the following achievement on the Steem blockchain and have been rewarded with new badge(s) :
You can view your badges on your Steem Board and compare to others on the Steem Ranking
If you no longer want to receive notifications, reply to this comment with the word
STOP
Do not miss the last post from @steemitboard:
Vote for @Steemitboard as a witness to get one more award and increased upvotes!