Mitómanos, ¿que esconden detrás de sus mentiras?
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Todos, en cualquier momento de nuestras vidas llegamos a mentir, pero hay diferentes grados de mentiras, desde una muy simple hasta historias bien elaboradas. Los niños también mienten y lo hacen con frecuencia, sin embargo, con ellos no es algo peligroso o muy importante porque no conocen las normas o reglas morales, aunque está en nosotros explicarles que mentir no es bueno.
¿Qué es la mitomanía?
La mitomanía es el arte de mentir, es un trastorno psicológico que desfigura la realidad haciéndole ver a los demás las cosas de una manera totalmente distinta a como es en realidad.
Este trastorno o problema psicológico de mentir es frecuente y continuado en las personas que lo padecen, ya que el mentir puede ser útil para relacionarse socialmente y ocultan detrás de sí algún problema más grave como trastornos de personalidad. Las mentiras por falsificación u omisión pueden surgir de forma espontánea como un manera de evitar un castigo o para excusar una falta de puntualidad o de cumplimiento de alguna tarea encomendada. Llegar tarde a una cita o no tener preparado el trabajo solicitado el día anterior pueden ser situaciones propicias para que surja la mentira.
A pesar de que el mitómano hace todo lo posible por no ser desenmascarado, cuando esto sucede y se comprueba la naturaleza falsa de sus historias, el mitómano obtiene el efecto contrario al deseado, es decir, sus conocidos y amistades tienden a rechazarlo y a aislarle al sentirse engañados. Los familiares que ya conocen su tendencia a mentir dejan de tenerle en cuenta a la hora de tomar decisiones y no le prestan demasiada atención sobre aquello que relata.
Investigaciones indican que es el resultado de un desequilibrio neurológico, particularmente en el lóbulo frontal y tienen un aumento en la cantidad de materia blanca del cerebro.
Los mitómanos son personas con baja autoestima que están buscando, consciente o inconscientemente, llamar la atención, popularidad, amor, o encubrir un fracaso. Es importante diferenciar a un mentiroso de un mitómano, los dos mienten, pero existen diferencias importantes: el mentiroso miente con una finalidad, ya sea protegerse o defenderse de algo o alguien, siempre tiene un motivo para no decir la verdad, en cambio, el mitómano miente de forma compulsiva, a veces sin motivo alguno, muchas veces las mentiras son absurdas e inexcusables, creándose situaciones ridículas. El mitómano padece un trastorno, que le conlleva a mentir irremediablemente de su vida.
Según psicólogos, la mitomanía es un trastorno curable. El primer paso es convencer al paciente de que tiene un problema psicológico y que necesita someterse a terapia. "Al igual que sucede con cualquier adicción, si la persona no quiere curarse, sucederá como con el tabaco, que lo dejas durante un tiempo, y luego recaes".