Mi angel
No hubo hora, minuto ni segundo para dar un adiós, a quienes te amaban.
Todo fue en completo silencio, como un pájaro vuela por el desierto,
ni un grito, suspiro o ruido se oyó en aquel momento.
Se destrozaron corazones, quedando un vacío inmenso, al hallar solo tu cuerpo
flotando como un muñeco.
El corazón mas grande se destruyo por completo, sin embargo,
tu áurea lo lleno en silencio.
Tu adiós fue irrevocable dejándonos en aprietos, y día a día después de cierto tiempo
se llenan ilusiones en corazones que se creían muertos.
Fue tu gracia a través del supremo sabiendo llenarlos con nuevos ángeles del cielo.