A propósito del año que se fue

in #spanish7 years ago (edited)

Siempre me he sentido muy poco –o nada– nostálgica con respecto al mes de diciembre. En Venezuela, la alegría que se siente con las gaitas, hallacas, regalos y pan de jamón, nunca me han tocado demasiado.

Sin embargo, ahora que he crecido entiendo y me parece una excusa perfecta para compartir en familia y con amigos.
También, creo que es justo y necesario que como seres humanos tengamos un pequeño final cada cierto tiempo, para evaluar nuestros aciertos y errores, decidir nuevas metas, planes y comenzar como desde cero.

Después de obligarme a mí misma a borrar muchos años de mi memoria, creo que el 2017 ha sido lo mejor que me ha pasado desde que puedo recordar. No fue extraordinario, pero no fue tan malo. Fue bastante agridulce y duro, pero ni puedo contar cuantas veces me dolió la panza de tanto reír.

Este año puso a mi lado personas que me han enseñado a seguir adelante, me ha recompensado con amigos que diariamente me enseñan el valor sincero y real de la amistad, que aunque en algunos años o pocos meses podamos alejarnos, hoy están conmigo y puedo sentir su apoyo.

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El 2017 estuvo lleno de aprendizajes a nivel profesional y estudiantil, me enseñó que la responsabilidad es lo más importante, que no hay excusas que valgan y que a veces no importan tus contratiempos, si te duele la cabeza, si tu mamá estuvo enferma o si tenías quince entregas más; pero sobre todo, que no hay esfuerzo que valga sin constancia.

En el 2017 entendí que fingir que estás bien no sana las heridas, que mis muros son de cartón y que es agotador mantener una careta; soy más frágil de lo que pensaba y eso no está tan mal. Que no tengo porque aceptar menos de lo que quiero, que no debo ser tan dura conmigo misma y que soy valiosa.

Este año agradecí tener a mi abuela sana y a mi familia lo más completa posible, porque a pesar de todo, no nos ha ido tan mal y que lo más importante es tenernos los unos a los otros.

Para nada estoy diciendo que no pasaron cosas malas; en mi país hubo protestas por 4 meses, una cifra exorbitante de muertes y cada día se hizo un poco más difícil de llevar. Pero creo que la balanza está equilibrada: en el 2017 reí, amé, grité, lloré, peleé, trabajé, corrí, y sentí como nunca antes. Sobre todo, este 2017, me enseñó que Dios nunca me ha dejado sola, ni lo hará; que no hay imposibles para Él y que todas las cosas tienen un propósito; que no importa lo malo que pase, su paz siempre me acompañará y su compañía me hará enfrentar y superar cada obstáculo.

¡Por que cada día del 2018 esté lleno de enseñanzas y felicidad!

Alexmar Uzcátegui, enero de 2018.

¡Gracias por leerme!
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Qué bueno que hayas logrado obtener tantas experiencias, esperanzas y enseñanzas de un año tan duro. ¡Saludos y feliz año nuevo!

Muchísimas gracias.
¡Feliz año para ti también y que esté 2018 esté lleno de mucha inspiración, salud y puras cositas buenas! Un abrazo.

El 2017 fue un gran año, pero sin dudas en 2018 será mucho mejor, para alante Venezuela!

Con el favor de Dios, así será.
Gracias por leer♥

La vida se resume en momentos, experiencias, gracias por compartir, Saludos.

Así es, eso es lo que nos forja cada día como personas.
¡Un abrazo!