Para una mujer

Desde antes que las cosas fueran, pensé en ti, te conocí desde antes de la fundación del mundo, tuve tu nombre en mi mente (Efe 1:4) para que anduvieras por el camino que diseñé para ti. Te amo como no tienes idea, pues he ido al mundo a rescatarte y tenerte a mi lado (Jn 3:16) me he entregado por completo por amor a ti. Te he amado desde la eternidad con un amor tan inmenso que solo lo puedo describir conmigo mismo porque yo soy amor. Yo soy el que borró tus rebeliones por amor a mi mismo, y no me acordaré de tus pecados (Is 43:25).

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Te amo, te saqué de la inmundicia, de la perversión y de la muerte, demuestro mi amor por ti cada día porque eres una hija para mi (Ose 11:1) Por el gran amor que te tengo, te llevé de la mano como a mi niña hermosa, te enseñé a caminar, te di de comer y te ayudé en tus problemas, te relajaste de mi (Os 11:3) pero mi amor por ti era más grande, no podía abandonarte, no sería capaz de hacerlo, no podría destruirte, mi gran amor por ti no me lo permitía (Ose 11:8) por lo que fui y te saqué, te liberé con mi gran poder porque te atraje con lazos de amor, con cuerdas de ternura y quite el yugo que tenías porque te amo (Ose 11:4). Por las mañanas te haré saber mi gran amor por ti, te mostraré el camino que debes seguir (Sal 143:8). Aunque cambien de lugar las montañas y se tambaleen las colinas, no cambiará mi fiel amor por ti ni vacilará mi pacto de paz que te declaré aquel día (Isa 54:10) Yo estaré contigo, me gozaré contigo, te renovaré completamente en mi amor y me alegraré por ti cantando (Sof 3:17). Te amo tanto que cada vez que vienes a mi con tus fallas y luchas yo las cubro en totalidad (Pro 10:12). Yo te llamé por tu nombre cuando la gente te decía cosas que lastimaban tu corazón, cuando tu alma se sentía angustiada yo te llamé por tu nombre aunque no me conocías (Isa 45:4) yo estaba ahí cuando mas herida te sentías, jamás te abandonaré, te sentirás amada, porque jamas me callaré lo que siento por ti, y jamás descansaré hasta que seas mía, jamás te llamarán desamparada ni sola, sino te llamarán “mi deleite” jamás se contará tu ruina (Isa 62:4) yo estoy en medio de ti, poderoso, te salvaré, me gozaré sobre ti con alegría, callare de amor (Sof 3:17)

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Permanece en mi amor, guarda mis mandamientos para que vivas en mi (Jua 15:10) ¿Quién te podrá separar de mi amor? nada ni nadie, ni tus problemas, ni sufrimientos, ni dificultades. Tampoco lo hará el hambre ni el frío, ni los peligros ni aun la misma muerte. Ni los ángeles ni los espíritus, ni lo presente ni lo futuro, ni los poderes del cielo ni los del infierno, ni nada creado por mi, ¡NADA, ABSOLUTAMENTE NADA, PODRA SEPARARTE DE MI AMOR! (Rom 8:35-39) recuerda mi amada, mi amor por ti es sufrido, es bueno, no tiene envidia, no se desvanece, mi amor nunca dejará de ser (1 Co 13:4-6) mi gracia se presenta contigo que por amor a ti me hice pobre, siendo rico, para que en mi fueras enriquecida (2 Co 8:9) mi amor por ti es inmenso, porque aunque estabas muerta por culpa del pecado te di vida (Efe 2:4) quiero dirigir tu corazón hacia mi amor para que perseveres en mi (2 Ts 3:5) mi gracia te alcanzó, tu no tenías nada que ofrecerme, mi gracia fue abundante para contigo (1 Ti 1:14) Te amo tanto que puedo decir con orgullo que eres mi hija amada (1 Jn 3:1) no tengas miedo, pues en el amor no hay temor, sino que mi amor echa fuera el temor (1 Jn 4:18)

Te amo: Dios