¿De verdad cree que sólo los petroleros tienen responsabilidad en el cambio climático y la contaminación ambiental?
Continuando con el tema de la animadversión social hacia la industria petrolera, y dejando de lado a la "inmensa mayoría" que vive sin necesidad de utilizar algún producto derivado del petróleo en su vida diaria, hago las siguientes recomendaciones a quienes si consumen este tipo de productos, para ayudar de manera efectiva en la reducción de la contaminación ambiental; que aunque no es exclusiva de la industria petrolera, se ha vuelto el caballito de batalla de los movimientos ambientalistas.
Utilice más el transporte público colectivo durante sus días laborales. No le de pena untarse de pueblo, y déjese de excusas para hacerlo. Los grandes logros requieren sacrificios. O mejor aún haga uso de medios alternativos, como la bicicleta, los patines o incluso caminar.
Reduzca la ingesta de carne y productos lácteos. Recuerde que estudios recientes indican que el ganado es un gran generador de gas metano, ya se imaginará por qué, gas de efecto invernadero que no sólo se obtiene con el petróleo. Además de la feroz deforestación que ha acompañado a esta actividad a lo largo de la historia. Como se puede dar cuenta, no todos los gases de efecto invernadero provienen del petróleo.
Utilice menos materiales "desechables". Muchos de los objetos que se denominan como desechables, son realmente reutilizables e incluso reciclables.
Deje de cambiar de celular, tableta o computador antes de que se dañen o ya no cumplan su propósito. Su autoestima no debe depender del estatus que le brinde un objeto, sino de su compromiso por hacer algo realmente significativo con su vida. Permita que las cosas duren su vida útil y cuando no sea posible extenderla, en ese momento si piense en reemplazarlas.
Programe sus vacaciones o salidas de fin de semana a sitios que requieran el menor desplazamiento posible en vehículos terrestres, aéreos o marítimos. La opción de vacaciones en parques naturales con visitas guiadas, caminatas y campamentos, le permitirá no sólo conocer maravillas de la naturaleza sino además reducir su huella de carbono en el planeta.
No bote empaques plásticos de cualquier tipo en la calle. Recuerde que esos residuos que no son recogidos tienen un largo recorrido, por las alcantarillas, de ahí a los ríos y por estos al mar. Cuando salga de paseo no arroje este tipo de residuos por las ventanillas de los vehículos ya que estos también pueden llegar a fuentes hídricas que los transporten y de igual forma las contaminarán. Recuerde que las playas no son botaderos de basura, y que los peces y aves no cumplen tareas de reciclaje.
Sea responsable y no haga cambios de aceite de su vehículo en cualquier sitio, verifique que el lugar en que lo haga cuente con mecanismos adecuados para disponer y reciclar los lubricantes. Cantidades muy importantes de estos residuos tóxicos son vertidas de manera inadecuada a cuerpos de agua, afectando no sólo la potabilidad de los mismos, sino la fauna y flora propia de esos ecosistemas. Y aunque no lo crea esto también aplica para los residuos de aceites y grasas comestibles.
Recicle todos los elementos plásticos que pueda, pero hágalo de manera apropiada, no entregue toners y tintas de impresoras, celulares, baterías o productos electrónicos de diverso tipo a cualquier reciclador que pase por su casa. Hágalo con empresas especializadas en el manejo de este tipo de residuos, ya que estos equipos no sólo tienen residuos plásticos no degradables, sino múltiples materiales y metales tóxicos en sus baterías y circuitos en muchos casos altamente cancerígenos como cadmio, mercurio o litio, por mencionar unos pocos. No sólo el petróleo contamina el ambiente y causa enfermedades.
Otro producto que se consume mucho y tiene componentes tóxicos, aunque no lo parezca, son las llantas de vehículos. De nuevo, sea responsable y cuando tenga que cambiarlas por su desgaste, hágalo en un sitio que disponga adecuadamente de ellas, y no que simplemente las arroje en las vías o basureros municipales. Recuerde que estas pueden ser reencauchadas en muchos casos para extender su vida útil, o recicladas en la construcción de vías, canchas de fútbol sintéticas, o parques de juegos.
Finalmente, varias de estas alternativas son más costosas que las que normalmente puede utilizar, pero recuerde que lo barato sale caro, y ese precio lo estamos empezando a pagar nosotros y será más alto para nuestros descendientes si no empezamos a actuar con responsabilidad.
Estas recomendaciones no son necesariamente nuevas y son sólo una pequeña muestra de las muchas cosas que podemos hacer para minimizar el impacto de nuestro consumo en el medio ambiente, y no sólo aplican para la industria petrolera, sino para productos que se obtienen de muchas otras industrias que pueden o no usar los recursos del petróleo.
Y acá no hacemos mención profunda a industrias o actividades "amigables" con el medio ambiente como las canteras, ladrilleras, minería artesanal, quemas para siembra, pozos de agua y aljibes que por supuesto "nunca" afectan los acuíferos, las cementeras, etc.
Nadie lo obliga a consumir lo que no le gusta, y más si como muchos ambientalistas dicen, ya hay múltiples sustitutos para el petróleo y sus derivados, si no puede dejar de consumirlo hágalo con moderación, y si no está dispuesto a hacer sacrificios, no culpe a los demás por sus excesos en el consumo de productos que puedan ser dañinos para el medio ambiente.
Dejemos la hipocresía, este no es un problema causado por unos pocos, como los ambientalistas lo quieren hacer parecer ante la gente. A propósito ¿no ha pensado en sembrar un árbol?