Declaración del perdedor
Estoy roto
por dentro,
en pedazos
para mí mismo
¿Cuántos fantasmas
en el cuarto abandonado?
No se;
no puedo ser
un río más que va al mar,
un volcán que chimenea
el circo que los demás ven.
Por un rinconcito del alma
Ten el valor de mirarme,
regalame la palabra
que me libere, y así
podré continuar.