¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¡Quién sabe! 🍀
¡Hola resilientes!
Hace unos días leí una historia que me gustó mucho. En ella se invitaba a la reflexión sobre si existe la buena suerte y la mala suerte. Sobre si un acontecimiento por si sólo puede ser bueno o malo. La suerte es un tema que da para hablar larga y tendidamente pero hoy no os voy a influir con mi opinión y os voy a dejar a vosotros mismos reflexionar sobre ello. En las siguientes líneas os paso a relatar la historia.
Photo by Amy Reed on Unsplash
LA HISTORIA
En un pequeño pueblo habitaba un anciano muy pobre, se alimentaba de lo que cosechaba en su campo y tenía una vida sencilla y feliz.
Un día, de entre las montañas bajó un caballo joven y fuerte, estaba muerto de hambre y se había acercado a la casa del anciano en busca de comida y bebida. El anciano, sabiendo que aquél animal costaba mucho dinero lo entró en su establo y lo alimentó.
Los vecinos, conocedores de lo que había sucedido acudieron a casa del anciano.
—¡Qué buena suerte! ¡Qué bendición! —exclamaron los vecinos.
—¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¡Quién sabe! —replicó el anciano dejando anonadados a los vecinos.
Al día siguiente el caballo que ya estaba recuperado saltó la valla del establo y volvió corriendo a las montañas. Los vecinos se acercaron otra vez a casa del anciano para ver lo que había ocurrido.
—¡Qué mala suerte! ¡Qué desgracia! —exclamaron los vecinos.
—¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¡Quién sabe! —replicó de nuevo el anciano.
Una semana más tarde, de entre las montañas apareció el caballo con 10 caballos salvajes más, y se dirigieron a casa del anciano. Esta vez, los entró en su establo y los ató bien para que no se escaparan. Rápidamente aparecieron los vecinos para exclamar:
—¡Qué buena suerte! ¡Qué bendición!
—¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¡Quién sabe! —dijo él.
Al cabo de tres días, el hijo del anciano, tratando de domar a uno de los caballos cayó bruscamente de él y fruto de la caída se rompió la pierna. La noticia corrió como la espuma y los vecinos que se acercaron a su casa comentaban:
—¡Qué mala suerte! ¡Qué desgracia!
—¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¡Quién sabe! —contestó el anciano.
Al día siguiente apareció el ejército en el pueblo para reclutar a todos los hombres que estuvieran en condiciones de luchar en la guerra que se acercaba. Reclutaron a todos los jóvenes del pueblo excepto al hijo del anciano, que estaba en su cama con la pierna rota. Los vecinos, acudieron de nuevo a su casa para felicitar al anciano por su buena fortuna.
—¡Qué buena suerte! ¡Qué bendición! —exclamaban.
—¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¡Quién sabe! —replicó impasible el anciano.
Y vosotros. ¿Creéis en la suerte? ¡Estaría encantado de leeros!
¡Sed felices!
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Yo soy de los que piensa que la suerte también hay que buscarla, salir a la calle a encontrarla porque no te va a venir a tocarte a tu puerta.
yo no creo en la buena o mala suerte, mas bien creo que lo importante es la actitud con la que tomes las cosas que pasan en la vida .
En mi humilde opinión, la suerte no existe.
Tan solo se trata de estar sabiamente preparado para cuando la oportunidad aparece, y para ello hay dos opciones.
La primera opción es: Trabajo + Trabajo + Trabajo, y así conscientemente prepararse lo mejor posible.
La segunda opción: puede parecer casualidad, pero solo es que inconscientemente nos hemos ido preparando con el acontecer de la vida para así aprovechar las condiciones ventajosas cuando llegan.
Lo triste es que en esta sociedad de "lo fácil" cuando el esfuerzo y el trabajo no se ve exteriormente dicen... "que suerte tuvo" ....
Y a propósito de la historia, esto se demuestra en que el hijo del anciano, a traves del trabajo y dedicación puesta de su padre y él con los caballos, hicieron que no se diera la oportunidad de ir a la guerra por no estar preparado para ello.
Todo debido a la incapacidad provocada por los riesgos inherentes al cuidado del ganado, es decir, al accidentes laboral sufrido que lo postró en cama con la pierna rota.
Fue mala suerte romperse la pierna ?
No, fueron gajes del oficio.
Fue buena suerte no ir a la guerra? No, fue no estar preparado en el momento adecuado, es decir, cuando llegaron reclutando.
La verdad es que todo pasa por algo, lo que hoy pensamos que era mala suerte mañana nos puede salvar de algo peor o nos pasa para luego tener algo mejor, solo debemos aprender de las pruebas que nos pone el destino.
¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¡Quién sabe!
Dios lo sabe, ya lo había leído y sinceramente no creo en estas dos cosas, creo en que lo que nos sucede en la vida es resultado de lo que hacemos.
Yo lo observo como dos caras de una misma moneda. Si no hubiera llegado el caballo desde un principio, nunca se habría salvado su hijo. El ejemplo es válido para muchas otras circunstancias como por ejemplo; "Si mi padre no se hubiera derramado el café encima y se hubiese demorado limpiandose, de seguro nos hubiera agarrado la explosión" por colocar un ejemplo tipo destino final... Excelente cuento, me gustó. Creo que la mala suerte consiste en que las cosas no salgan como tú o las personas de tu alrededor esperaban, pero eso no quiere decir que no sea para mejor, para atraer a "la buena suerte".. Saludos
Hola @resiliencia excelente narración cabe destacar que realmente no hay nada completamente bueno ni nada completamente malo todo es experiencia y solo depende del ojo que lo mire, cada experiencia nos da lo que necesitamos para evolucionar y no lo que queremos, es nuestra decisión con que actitud aceptamos lo que el universo o Dios pone en nuestro caminar por este plano
Good Luck!!!
¡Muy buen post!
Personalmente no creo en la buena suerte y mala suerte.
Creo en un Dios Padre todo poderoso.
Todo pasa por algo, hay una lección detrás de todo, aunque muchas veces en el momento no se logra visualizar, solo hay que vivir correctamente tratando de hacer las cosas lo mejor que se pueda, siempre buscando el bien.
¡Saludos a todos !
Hola @resiliencia, yo creo que la suerte la fabrica uno con las acciones y el estusiasmo que se muestra para conoseguir lo que se quiere.