El tiempo!! ¿“Se acelera con la edad”?
¿Como se Percibe el paso del tiempo?
Para los niños cada cumpleaños parece estar a un siglo de distancia. Sin embargo, a medida que crecen y envejecen el tiempo parece acelerarse y cada año “pasa” más deprisa que el anterior, es decir, cambia la percepción del tiempo.
Estudios han demostrado que, en efecto, la forma de percibir el tiempo se altera con la edad pero no han servido para hallar la explicación. Esta percepción subjetiva está influenciada por muchos factores, tanto circunstanciales como fisiológicos.
¿Percepción del tiempo?
Para percibir la luz o el color se disponen de ojos y para los sonidos de oídos, sin embargo, para percibir el tiempo, no existe ningún órgano especializado. Aun así, se tiene un sentido del paso del tiempo que permite distinguir lo que pasó hace años o días de lo que acaba de suceder. En realidad se logra Precisar más todavía, pues se puede distinguir minutos de segundos y éstos de milisegundos.
Para orientarse en el tiempo, el cerebro humano tiene relojes biológicos, como el núcleo supraquiasmático del hipotálamo o la glándula pineal, que controlan los ciclos de sueño y la producción de hormonas y neurotransmisores. Hay también marcadores o circunstancias externas que ayudan a hacerlo, como los relojes artificiales, los cambios de la luz del día o incluso el crecimiento de los hijos.
La” percepción” del tiempo también está vinculada con los sentidos. Es decir, se evalua con más precisión lo que dura un sonido que lo que dura una imagen visual, lo cual no es extraño, ya que, por su naturaleza, el sistema auditivo es el sistema sensorial humano con más especialización y capacidad para percibir el tiempo. También es esencial la capacidad de formar recuerdos, en otras palabras la memoria, una de las cosas que pierden los enfermos amnésicos es precisamente la capacidad para percibir el tiempo, tanto de periodos cortos como largos.
Emociones y la percepción
El tiempo vuela cuando se está alegre u ocupado. Contrariamente, cuando se esta enfermo o triste, con cansancio o incomodidad, el tiempo parece detenido.También se hace “eterno” cuando se está pendiente de él. Además, intervienen e influyen los niveles de dopamina, un neurotransmisor (permite la comunicación entre neuronas) involucrado en el procesamiento de las emociones.
Cuando se experimenta una emoción se libera dopamina, el cerebro procesa la información más rápidamente y se tiene la impresión de que el tiempo pasa más despacio. Esto explica por qué situaciones desagradables e intensas que han ocurrido en 10 segundos la persona que la vive le parece haber durado 10 minutos. Con la edad, los niveles de dopamina decrecen, el sistema nervioso se hace más lento y la percepción subjetiva del tiempo se acelera.
!El desgaste del cerebro!
Según el doctor,David Eagleman, neurocientífico que estudia fenómenos relacionados con la percepción del tiempo en el "Baylor College of Medicine", el tiempo psicológico discurre en un reloj interno guiado por las experiencias. Dicho de otro modo, la duración y el ritmo son fabricados por la memoria.
El científico explica que la percepción del tiempo varia en función de la energía gastada por el cerebro cuando se procesa la información: “Cuando la experiencia es nueva, el cerebro gasta más energía y produce la sensación de que transcurre más tiempo“
Según su teoría, las “primeras veces” suponen para el cerebro un mayor gasto energético porque se le presta más atención y se registra más detalles que cuando la experiencia es repetida. Esta energía se invierte en hacer una representación mental de lo que está sucediendo y en guardarlo en la memoria. Este “esfuerzo” mental produce la sensación de que el tiempo transcurrido es mayor.
Cuando la experiencia es repetida no se precisa procesar tantos datos nuevos en el cerebro porque ya son conocidos e inconscientemente, se le presta menos atención. La mayoría de las experiencias nuevas se acumulan durante la niñez, adolescencia y primera juventud.
Durante los años de juventud se tienen experiencia totalmente nuevas cada hora del día, subjetiva u objetiva. Si, cuando se es niños el tiempo transcurre más lentamente, es en parte porque se está permanentemente en el presente, experimentando cosas nuevas y prestando atención con intensidad al entorno. Pero atreves de los años las experiencia se convierten en rutinas automáticas de la que apenas se es consciente la persona. Los días y las semanas se diluyen en el recuerdo hasta convertirse en lapsos de tiempo carentes de contenido.
Por otra parte, la memoria está marcada por ciertos eventos que resultan significativos y ayudan a medir el tiempo vivido: el primer día de escuela, una boda, la primera borrachera, son registrados en la memoria más detalladamente que el recuerdo de los alimentos de la semana pasada. Porque todos los recuerdos similares se funden en uno solo y ocupan, en la memoria, un lapso muy breve de tiempo.
Así pues dado que la mayoría de estos eventos importantes, sobre todo las “primeras veces”, suelen suceder en edades relativamente tempranas, no es de extrañar que la memoria de las personas hayan registrado la infancia como una época lenta y larga.