Él es Fede
Esta lindura es un gatito que vivía en las calles de Barcelona, estado Anzoátegui.
Hace 2 años mi hermana lo consiguió en la calle, y eran tan lindo que no se resistió a hacerle cariño, siguió caminando pero él la siguió hasta su conjunto residencial. Ella no podía llevárselo a casa porque tenía 2 perritos que odian a los gatos, pero desde ese día le daba comida y agua todos los días, a cambio de toda la dulzura que él le brindaba cuando ella salía de su casa.
Desde ese momento el estacionamiento fue su nuevo hogar, siempre esperaba en las escaleras a que ella llegara para correr a saludarla con su ronroneo. Le gustaba jugar en el jardín y también compartía juegos con su amigo Kiwi.
Así pasó un año, pero a finales del 2017 mi hermana decidió emigrar y no podía llevarse a Fede con ella. Se puso muy triste por tener que abandonarlo, pero logramos convencer a mis padres para adoptarlo y traerlo a casa.
Lo más difícil fue traerlo desde el estado Anzoátegui hasta Maracay, un viaje de 436.5 km, aproximadamente 6 horas en carro. Bajo los efectos de un sedante logró estar bastante tranquilo la mayor parte del viaje, pero fue algo muy estresante para él.
Al llegar a casa despertó asustado, pero el efecto del sedante tardó en irse, y pasó 2 días sintiéndose mal, no quería comer ni iba al baño, pero bajo nuestro cuidado y con muchos mimos a la semana ya comenzaba a ser él de nuevo.
Fue una navidad muy feliz y Fede encajó en nuestra familia a la perfección, fue el mejor regalo que podíamos recibir.
Fede descubrió lo rico que es dormir en una cama, y más si tiene a alguien a su lado dándole cariño.
Descubrió que hay un lugar mágico que se llama cocina, que tiene fuentes interminables de alimentos, y que si pone carita tierna y se para en dos patitas, esta señora le da de la rica comida que siempre prepara.
Descubrió que es más divertido jugar si lo haces acompañado, y que le encantan las pelotas, y la aplicación de “ratón”. También le encantan los juguetes hechos a mano, pero lo intenté varias veces y no le duraron mucho.
Fede se adaptó muy rápido a la vida en apartamento con mi familia, parece que fue muy afortunado, pero yo creo que los afortunados fuimos nosotros, especialmente yo, al entrar en mi vida este animalito precioso, que todos los días me demuestra su amor y confianza, que me acompaña todos los días sin importar lo que esté haciendo. Le encanta ver series y películas conmigo, dormir cerquita de mí, y cuando me quedo hasta tarde estudiando siempre se duerme a mi lado.
Así han pasado 8 meses y Fede está cada día más grande, gordito, sano, feliz y consentido.
Your kindness to Fede is heartwarming story with a happy ending. The photos are cute.
(Traducción de Google):
Su amabilidad con Fede es una historia reconfortante con un final feliz. Las fotos son lindas.
Thanks for reading our story!