La Tierra tiene la palabra (Hora de actuar)

En nuestras manos

Las actividades humanas parecen encaminadas a arrecian contra el planeta Tierra, por lo que ha llegado el momento de plantearse un mejor trato con este inmenso globo que nos cobija, ya que se trata de nuestra casa universal, y los que la habitamos somos los únicos que podemos cambiar el rumbo solamente con nuestro buen proceder, y es que ni siquiera tienen que advertirnos los pasos a seguir ya que son normas del buen comportamiento de los ciudadanos.

Gota a gota podría ser un lema para que todos de alguna manera, por muy poquito que sea, contribuyamos a darle un cariño, se trata de un problema donde todos estamos involucrados, desde el más pequeño hasta el abuelo, respetando por supuesto a todos los que apoyan esta noble causa.

Indispensable sería comenzar a usar energías y transporte limpio para así poder reducir emisiones de gases nocivos, todo esto con la única intención de darle un cambio radical a los efectos climáticos, no se pueden ignorar los riesgos globales que todo esto implica en contra de la población mundial, la consecuencia del daño que nos hacemos nosotros mismos.

Nuestro comportamiento es el que decidirá si frenamos el cambio climático, o por el contrario dejamos que se desaten las altas temperaturas que provocan la subida de las aguas de los mares así como la extinción de algunas especies.
Es urgente actuar contra las deforestaciones y las malas prácticas agrícolas, apoyando los derechos sobre la tierra y siempre favoreciendo a las que la conservan y saben utilizarla o darle el uso adecuado como lo han hecho a través de sus generaciones.

Acciones inmediatas

Las medidas desde este momento tienen que ser drásticas. Se trata de que tenga un alcance mundial, ya que corremos el riesgo que se desaten inundaciones catastróficas así como alteraciones de todo lo que es el ciclo de la vida en este paraíso terrenal tal y como lo conocemos.

Todos, absolutamente todos, debemos convertirnos en agentes de cambio y divulgar el riesgo que corremos con el calentamiento global, los gases de efecto invernadero y el efecto que produce sobre la capa de ozono, el riesgo que puede producir en la salud humana y animal, y el desequilibrio sobre el medio ambiente.

Al meternos de lleno en el tema aprendemos de las causas y los efectos negativos que tiene para la propia vida, por ejemplo, qué peor agente transmisor de enfermedades que los insectos, pues bien, estos aparecen con el calentamiento porque se adaptan a regiones muy altas sobre el nivel del mar, y ya sabemos de las consecuencias que podrían desatar y los estragos que causan en las poblaciones.

Hay que rescatar las zonas verdes, plantar árboles, ya que uno de éstos puede eliminar una tonelada de dióxido de carbono a lo largo de su vida, respetarlos, evitando las talas indiscriminadas, abriendo nuevos campos que además de verdaderos pulmones son zonas de esparcimiento y recreación, encargados de mantener la biodiversidad.