Rezagado. Un cuento sobre lo que nuestros sueños olvidan

in #story6 years ago

Saludos, amigos de los sueños extraños y de la ficción.

Es curioso como los momentos de estrés nos dan noches intranquilas y cómo esas noches intranquilas reciclan sueños extraños que recrean ficciones pasadas. Algunas verdades han de entretenerse, como niños traviesos jugando a asustar, tal vez para llevarse el susto de sus vidas.


"Solvtio Perfecta" - Imagen del dominio público

Me encontraba en mi habitación trabajando en la computadora aproximadamente a las 4 p.m. y ya había concluido el capítulo del enigmático homúnculo, aceptando que había sido una pesadilla, cuando de repente sonó algo en mi closet. Era un sonido que yo conocía, parecido al de uñas rascando madera o cartón. Inmediatamente me puse alerta y abrí los oídos, pero aquel sonido jamás se repitió; era como si solo se hubiera producido para llamar mi atención en aquella dirección y ya cumplido su objetivo, cesó definitivamente.

La puerta corrediza se abrió menos de un centímetro, sola. No podía creer lo que acababa de ocurrir. Esperaba que en cualquier momento asomara entre la oscuridad y hacia la luz blanca de mi estancia la mano de una criatura vil. Aguardé con los ojos muy abiertos, pero por varios segundos que no pude contar, nada ocurrió. Sin bajar la guardia, vi hacia mi cama, esperando tal vez verme dormida allí como otras veces, pero no había nada, o por lo menos no lo hubo inmediatamente.

Desde mi silla, medía la distancia hacia la puerta que daba al corredor. Acaso podría librarme si la cosa abandonaba su escondite para salirme al paso antes de que lograra escapar. Estaba indecisa y el corazón me latía tan fuerte que me presionaba las sienes hacia afuera.

Por un momento, no sé cuánto tiempo, el aliento me abandonó; fantaseé con una muerte fugaz, un limbo. Pasé de estar completamente petrificada a lo etéreo; dudé de mi propia presencia en el cuarto; fui un recuerdo que flotaba en una dimensión que se había abierto repentinamente, un intersticio en la realidad. Fijé la mirada en la oquedad a través de la finísima rendija y entonces me devolvió la mirada. La oscuridad vacía. Recordé al unísono tantas veces haber salido a mi propio encuentro en algún espejo inesperado y haberme extrañado de mi propio rostro, haber sido otra que luego volvía a ser yo, un ente que confiaba en el flagelo a la verdad que es la razón humana.

La puerta del closet volvió a cerrarse. Volví a sentir mi cuerpo, el fluir de la sangre hacia mis dedos. De inmediato, los recuerdos acudieron a mí en una escalada vertiginosa. Ellos me mostraron al homúnculo; había amanecido a mi lado muchísimas veces. Yo lo olvidaba siempre. Se quedaba olvidado por mi yo durmiente que a veces coincidía un rato con mi yo despierto. Me dijo su nombre y se metió bajo mis sábanas. Allí está, diminuto y oculto a la luz de la tarde que se acaba. Pronto llegará la noche y yo iré a él y entre los dos haremos un sueño, o quizás, una pesadilla.

Gracias por leer.

Publicado en mi blog de Steemit a finales de agosto del año pasado.

Soy miembro de @talentclub.


Imagen diseñada por @wilins

Sort:  

Cada vez que leo algo sobre el mundo onírico es imposible que no pueda acordarme de Freud.
Excelente relato.

Gracias, @sandracabrera. Sería interesante ver qué diría Freud de lo que soñamos los venezolanos estos días :)