La obsesividad con el dinero - Un mal corregible

Hay un asunto que parece ser un mal de nuestro tiempo, estoy hablando de la obsesividad con el dinero. Aunque vale dilucidar que no es realmente, ni precisamente un mal exclusivo de los tiempos en que vivimos porque siempre, desde que se creó el dinero, ha existido.

Se ha vuelto más un problema notorio en los últimos tiempos, ya que se ha vuelto un mal mucho más común de lo que creemos en personas de todo tipo, profesión, género, raza, credo o religión. Y es que la codicia no tiene límites, y alcanza a cualquiera que se deje.

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El dinero no lo es todo, pero actuamos como si lo fuera

Hace un tiempo me percaté de que el dinero no lo es todo, vaya verdad, ¿no? Porque es algo que ya sabía muy bien, y que se antoja bastante obvio hasta para el más despistado de este mundo; pero necesitaba recordarlo de alguna manera. El asunto o la locura aquí es que mucha gente actúa como si el dinero lo fuera todo la mayor de las veces, y esto puede catalogarse como problema mental, basándonos en el supuesto de que no hay mayor falta de cordura que saber el deber ser acerca de algo, y actuar de manera opuesta. Y lo que todavía es más peligroso, es que la codicia se vuelve un "mal endémico", o para ponerlo más claro; se vuelve viral.

Y entonces arribó a mi mente la pregunta: ¿Por qué nos esforzamos tanto por conseguir dinero? y ello me llevó a otra interrogante: ¿Es que tal vez lo asociamos con nuestra valía personal? Supongo que es entendible que el dinero sea algo de lo más valioso, pero pretender que lo es todo tiene que de alguna manera estar asociado a nuestro 'ego' personal; y toda vez que eso pasa, debemos poner límites a la situación.

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Y es que en ocasiones, las personas, no valoramos familia, amigos, tiempo, entretenimiento, salud personal, ni nada de nada, porque la única cosa que nos quita el sueño en realidad es el dinero.

El dinero asumiendo el control de nosotros mismos

Les hablo de esto, como ya habrán notado, desde mi más profunda experiencia personal, y es que yo sé lo que es anteponer al dinero a la familia, amigos, y a todo, inclusive, a la cordura misma. Hace unos cinco años, yo era una persona tan enfocada en ganar dinero que no pensaba en otra cosa. No me dejaba dormir, no podía concentrarme en asuntos familiares, ni en la cotidianidad de una persona normal como yo, sino en la necesidad de tener más y más dinero.

Por lo dicho, no me importaba trabajar todo lo que pudiese, inclusive hasta reventar. Si debía dejar de dormir, no dormía; si debía olvidarme de comer por un par de horas, o de hacer otras necesidades, no me importaba ni una minucia. Las opiniones de mi familia o de cualquier otra persona, sobre mi estilo de vida me importaban un soberano comino; y la única preocupación que llenaba mi mente constantemente era descubrir el siguiente paso para seguir haciendo dinero.

Me autoanalizo hoy por hoy, y me doy cuenta de que algo estaba funcionando muy mal en mi mente en aquel momento, ya que estaba obsesionado con el dinero. Mi obsesión hacía que el dinero me controlara, y eso es algo de lo más indeseable. Al inicio todo era bajo la premisa de que lo quería para darle mejor estilo de vida a mi familia; pero una vez que le agarré el gusto a producir mucho dinero, perdí la noción de lo que era realmente importante en la vida, y solo me concentré en ganar por ganar.

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Un mal corregible

Lo claro para mí en un punto, fue que el dinero no me iba a dar la felicidad; porque por más que ganaba, no había límite, siempre era estar pensando en el siguiente dólar por ganar; en vez de en aquellos que ya había ganado. Esto me llevó a un punto en el que mi salud estaba resentida, no me sentía bien, estaba constantemente malhumorado y la pagaba con aquellos que tenía más cerca.

Lo crítico fue que me vine a dar cuenta cuando ya estaba bastante afectado por el problema. Y solo cuando me senté a hablar concienzudamente con mi esposa, fue que accedí a verme con un profesional de la psicología. No voy a darles parte detallada de lo que fueron mis consultas con mi psicólogo, pero básicamente me ayudo a volver a mi centro, y a entender qué era lo que me hacía anteponer el dinero a casi todo lo demás. Al hacerme observar el problema como lo que era, un problema, mi psicólogo me hizo reflexionar, y entonces comencé a actuar de manera diferente.

Para sintetizar todo lo que aprendí con esta experiencia, les diré que desde entonces, soy una persona mucho más centrada en mi familia, en mi salud, y en mi felicidad personal. Esto me ha ayudado a mejorar en lo profundo mi calidad de vida, y la de los míos, y a darme cuenta de que el dinero sigue siendo importante, pero no debemos obsesionarnos con ello.

Agradecido con ustedes por haberme leído. Hasta otra lectura, mis amigos!