El juicio
¡Saludos amigos de Venezolanos Steem!
El amanecer fue tan gélido que las calles del pueblo están desoladas. La fuerte brisa destila un sonido tan agudo que es capaz de congelar los huesos de alguien por el temor que genera su eco. Debido a este extraño ambiente, desde el parlante que hay en la alcaldía se anunció que las actividades académicas y laborales se reanudarían cuando el firmamento destile su espléndido azul.
La mañana avanzó. Sin embargo, el pigmento gris del cielo se mantiene; a pesar de ello, las hermanas Ortíz toman la decisión de salir de casa, porque ese día en el pueblo se realizaría un bazar y ellas no estaban dispuestas a suspenderlo, porque de ese evento depende generar los ingresos necesarios para la cena de Navidad en el albergue de los abuelitos.
Para evitar un resfriado, se abrigan hasta el cuello y encomiendan a Dios. El destino a llegar es la Iglesia, lugar donde terminarían de coordinar el evento en compañía del párroco del poblado y las hermanas de la caridad. Al salir, se percatan de que ni siquiera los loros están embelleciendo las alturas con sus impresionantes acrobacias.
Como si estuvieran galopando, los tacones de las hermanas Ortíz evidencian el acelerado caminar que llevan, pero las calles están tan desoladas que ellas sienten que recorren cuadras llaneras. La respiración cada vez es más intensa cuando repentinamente se detienen... Entre miradas desafiantes y frunciendo el ceño, se quedan mirando lo que se aproxima a ellas.
—La impura del pueblo se atrevió a salir de su castre. —susurra Sara en el oído de su hermana
Lagrimeando, Josefina se acerca a las hermanas Ortíz. Estas sin darle tiempo a expresarse; rápidamente la repudian con manifestaciones religiosas. Ante la inclemencia que está percibiendo y el desespero que tiene, la mujer se arrodilla estallando en llanto, pero sus verdugas intensifican el rechazo.
—¡Auxilio! Mi bebé está convulsionando. Clama Josefina uniendo sus brazos en señal de piedad. Por pecadora, ese es tu castigo —Sentencia Marta tendiendo el dedo del juicio.
Impresionado por la dureza de las hermanas Ortíz, un abuelito que discretamente se acercó a la esquina donde estaban les exige que dejen de ofender a Josefina. Él, con firmeza, se sujeta de su bastón y le extiende la mano para ayudarla a levantarse mientras le asegura que no se preocupe, porque la ayuda para su bebé le iba a llegar.
Las hermanas Ortíz se molestan tanto que, Petra le dice a don Arturo que Josefina ni el bebé merecen esa ayuda. Él pregunta por qué tienen tanta rabia hacia ella, cuando Marta le revela que el día que esa mujer había decidido tener un hijo sin estar casada, perdió todos los derechos que asigna la sociedad del buen vivir.
—¿Cómo unas mujeres que dicen ser tan caritativas y religiosas pueden ser tan crueles con el prójimo? Si de pecados hablamos, el juicio que ustedes están haciendo es la verdadera transgresión y no lo que hizo esta mujer. —manifestó don Arturo
Josefina le pide a don Arturo que no discuta con ellas, porque la represalia va a ser peor, pero él le dice que la lleve a su casa, porque la prioridad es el pequeño. Durante el camino, llamó a emergencias y, unos minutos después, estaban atendiendo al pequeño Matías. Contento por la recuperación del niño, el abuelito le pidió a Josefina no tener vergüenza, porque ella y su pareja no estaban cometiendo ningún delito.
Don Arturo salió de la casa de Josefina con sentimientos encontrados. Él no entendía por qué existen personas tan prejuiciosas y que sean capaces de jugar con la acción caritativa. Sin pensarlo mucho, decidió ir a la Iglesia del pueblo para desenmascarar a las hermanas Ortíz y a todas las mujeres que hacían lo mismo que ellas.
Ese día, no hubo bazar y la cena de Navidad tampoco se llevó a cabo, pero gracias a don Arturo, los juicios que impartían las hermanitas de la caridad se fueron con el cielo gris que hubo hasta las tres de la tarde. Josefina volvió a recorrer las calles del pueblo sin temor a ser juzgada por tener un hijo que nació en una relación de pareja que no vio necesario firmar un documento para querer amarse toda la vida.



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¡Muchas gracias por el apoyo!🤗💚
Esto es algo que he visto muchas veces: son buenos cristianos, pero malas personas.
Buena historia. Suerte.
¡Saludos amiga!🤗
Totalmente y, esas personas hacen mucho daño. De hecho, yo les digo el virus de la fe, porque con sus malas actitudes, enferman a las personas al momento de creer en un buen cristiano.
Te agradezco mucho tu apoyo... Un fuerte abrazo💚
Saludos amiga espero estes bien, te voy a contar algo muy personal yo no creo en personas que se dicen religiosas y que andan metidas en la iglesia dia y noche creyendose las más correctas o perfectas, esta historia me hace pensar en que hay tantas personas asi en el mundo que se escudan en religiones pero estan verdaderamente con el corazón podrido, un abrazo bendiciones.
¡Holaaa Eglis!🤗
Somos del mismo punto de vista. De hecho, yo desconfío más de esas personas que, de quienes no viven con una bandera religiosa. Es algo triste, pero la realidad es que esos falsos feligreses han hecho mucho daño.
Te agradezco mucho tu apoyo... Un fuerte abrazo💚
Hola amiga me gustó esta historia, hay personas que señalan y juzgan a los demás eso me parece mal, además ir a la iglesia o estar en religiones no te hacen buenas personas sino tus acciones 💚🫂
¡Holaaa Santi!🤗
Exactamente... El fruto que demos con cada gesto, es lo que realmente determina qué hay en nuestro corazón. Por ello, no debemos crear juicios de otros, ya que nuestro objetivo en el mundo no es ser juez.
Te agradezco mucho tu apoyo... Un fuerte abrazo💚
El triunfo de la compasión sobre los prejuicios sociales y la hipocresía.
Juzgar las decisiones personales sin mostrar compasión es una transgresión mayor ante las necesidades reales de los demás, agravada aún más por el uso de la religión como arma de juicio y no como el medio para ayudar al prójimo como lo profesa la misma religión.
Gracias por compartir.
¡Saludos y bendiciones..!
¡Holaaa amigo!🤗
El prejuicio y la hipocresía suelen hacer muchísimo daño. Lamentablemente, en quienes se abanderan una religión suele estar impreso con gran ahínco ese mal, pero no tengo la menor duda de que si nos enfocamos a hacer el bien, él quedará pulverizado.
Te agradezco mucho tu apoyo... Un fuerte abrazo💚
Vaya amiga, con tanta religiosidad y un proceder tan cruel y con tanta rigidez en emitir juicios de valor sin la menor misericordia y ausencia completa de empatia por esa madre angustiada y Matias ino el niño inocente con razon la inusual presencia de tantas nubes grices que opacaban cubriendo el cielo de ese lugar. Falta de amor y caridad para los demas, prevaleciendo el criterio de las hermanas puritanas, el condenar a los pecadores y asi ocurre y lo vemos muchas veces en nuestras sociedades.
El unico quien tiene la potestad y digno de juzgar todo lo que se hace, lo va hacer Dios.
Exitos amiga en tu participacion. Saludos cordiales y bendiciones.
¡Holaaa Zory!🤗
Hay personas que viven con la bandera religiosa que son muy peligrosas y, sus corazones están tan oscuros que, no miden sus juicios; acción que las lleva a azotar despiadadamente con un látigo.
Te agradezco mucho tu apoyo... Un fuerte abrazo💚