Steemit Challenge s28wk6: Unexpected Chat's True Twist / El giro de una charla inesperada

Antony se encontraba comprando una camisa en una tienda y una empleada joven y atractiva le estaba ayudando a escoger la prenda. Mientras tanto, la chica solía rozarle con su cuerpo a cada instante. De modo que el muchacho se estaba sintiendo nervioso y se le estaba haciendo difícil concentrarse en la selección de la camisa, hasta que, por fin, se decidió por un modelo acorde a sus gustos. Pero antes de dejar la tienda, simuló ser atrevido y le dijo a la muchacha:

-Me gustaría invitarte a tomar un café. ¿A qué horas sales de aquí? Ah, ¿cómo te llamas?

-Me llamo Tina. Con gusto. Nos vemos a las 5 de la tarde -respondió ella sonriendo.

En efecto, los dos entraron a una cafetería elegante del centro de la ciudad, y allí entablaron una larga conversación.

-¿A qué te dedicas? -le preguntó ella.

-Estudio ingeniería en la universidad. No soy de aquí.

-Oh, estupendo.

-¿Te gustaría comer un postre?

-Buena idea. Me gustaría comer fresas con crema.

-Okey. Yo pediré un pan de guayaba y un café.

Luego ella le preguntó:

-¿Tienes novia, estás comprometido?

-No. En realidad, creo que yo nunca he tenido novia. Es que soy excesivamente tímido. Entre más me gusta una chica, más miedo le tengo.

-Pero todas esas cosas se superan. Si enfrentas el problema, después no sentirás temor -dijo ella mientras le tocaba una mano al chico.

-Guau. Siento como si me estuviera pasando corriente eléctrica desde tu mano.

-Ay, no exageres.

Entonces ella le agarró la mano con más fuerza y el chico abrió los ojos como si lo estuvieran estrangulando.

-Tranquilo -le dijo Tina mientras le masajeaba la mano-. Respira profundo.

-Está bien. No dejes de hacerlo, por favor.

-El postre está rico -opinó ella mientras comía.

-¿Y cómo te va en tu chamba?

-Bueno, me alcanza para sobrevivir, pero en realidad me gustaría hacer otras cosas.

-¿Por ejemplo?

-He notado que últimamente se están vendiendo bastante algunas prendas de ropa interior que están de moda, y me gustaría invertir algún dinero comprando al por mayor para venderlas a través de las redes sociales. Pero para eso necesito unos mil dólares para comenzar. A eso se le podría sacar una buena ganancia. ¿Estás interesado?

-Bueno, yo siempre cuento con algunos ahorros en mi cuenta bancaria. El negocio parece interesante, pero en unos días te doy la respuesta.

En eso la chica se quedó observando detenidamente el rostro del muchacho.

-Creo que tienes unas cejas hermosas.

-Guau -expresó él-. Lo mismo se lo dirás a otros.

-No, es cierto.

-En cambio, tus lindos ojos verdes parecen de otra galaxia.

-Gracias.

Después Antony acompañó a Tina hasta el estacionamiento. Ella le volvió a tomar la mano con fuerza y le invitó a comer la semana siguiente, diciéndole que conocía un lugar donde preparaban una comida excelente. Entonces se despidieron felices dándose un abrazo.

_{Elaborado en Gemini}

A la semana los dos se volvieron a encontrar en la entrada de un famoso restaurant. Allá adentro, después de degustar unas deliciosas arepas, Antony le dijo a Tina:

-Amiga, en el día de mañana tendré mil dólares para invertir en el negocio que me dijiste.

-¡Magnífico! Obtendremos unas buenas ganancias.

Después del restaurante entraron a una discoteca cercana. Allá compartieron unas copas de champagne y bailaron algunas piezas de merengue dominicano. Un par de horas más tarde, decidieron terminar la noche en un hotel que estaba al lado de la discoteca. Y allá el hombre confesó:

-Cariño, espero no fallarte porque es mi primera vez.

-Tranquilo, mi amor -dijo la mujer-, por eso nadie se muere.

Ambos se entregaron a una pasión sin límites que se alargó por varias horas hasta que, al final, se sentaron a descansar. Entonces la chica sacó del bolso un par de cigarrillos sin filtro y le dio uno a Antony.

-Pero yo no fumo -dijo él.

-Trata de hacerlo. Esto se hace para celebrar el momento.

El muchacho se puso a toser con la primera bocanada de humo y desistió de seguir fumando. Mientras que la chica aspiraba el humo sin ningún problema, hasta que se le agotó el cigarrillo.

_{Elaborado en Seaart}

-Gracias por esta noche, querido -dijo ella.

En eso Tina se durmió y comenzó a roncar estruendosamente. Antony trató de dormir, pero aquellos ronquidos se lo impidieron. Luego la mujer comenzó a hablar dormida, gritando:

-¡Pedro, maldito! ¡Dame la plata que me prometiste! Si no, te voy a disparar y te voy a herir en la nalga igual como hice con Juan.

Al escuchar aquello, Antony se asustó y huyó del hotel. Después se dio cuenta que olvidó ponerse los calzoncillos, y pensó: “Espero que Tina no me salga a buscar como hizo el príncipe de la Cenicienta”.

_{Invitación: @marianri, @blessedlife, @oneray}