Una clase de "Color Fest" llamado CAJUV
Hace algunos meses se celebró en Caracas, Venezuela, la Celebración Arquidiocesana de la Juventud ("CAJUV") esta celebración es un tipo de fiesta católica donde los grupos juveniles de cada iglesia en Caracas se reúnen para celebrar la fe católica, este encuentro es uno de los muchos eventos que demuestran que los chicos católicos pueden ser aún más divertidos de lo que muchos piensan. Esta celebración no tiene una temática específica ya que la misma cambia cada año, el año pasado fue una caminata gigante por la capital donde pudimos ver a muchos jóvenes pasando un buen rato disfrutando el momento, cantando o simplemente hablando entre sí, pero este año tenía un pequeño cambio, no iba a ser una simple procesión de gente. Iba a ser una especie de "Color Fest".
Como buen evento católica Comenzó con una Eucaristía en la iglesia "Don Bosco" Fue una gran celebración con jóvenes de todas partes de la ciudad, un gran grupo de música estaba tocando durante la misa, es una tradición que en cada CAJUV haya una Eucaristía, pero la gran sorpresa iba a ser después de esto.
Cuando todo terminó en la iglesia, afuera de la misma comenzó una auténtica "Carrera de Color" cada uno comenzó a correr por la calle, había ocho estaciones, cada una con un color distinto, donde había un grupo de voluntarios que estaban esparciendo color a todo el mundo.
Había muchos jovenes caminando y corriendo con los rotros llenas de color, incluso algunas personas mayores participaron en la celebración, era una invitación abierta a todos a participar, había un montón de grupos compartiendo, querían celebrar la alegría de ser joven y ser católico.
Después de algunas cuadras de caminar y correr todo terminó con un gran concierto y algunos grupos de baile para completar una gran celebración.
Todas las personas que participaron en la caminata se reunieron para escuchar y cantar muy buena música católica al mismo tiempo que estaban bailando al ritmo de un grupo que dirigia la bailoterapia.
Al final del concierto todos los grupos regresaron a casa, puedo decir que fue una gran experiencia porque muchas personas de diferentes lugares de la ciudad se reunierón para celebrar y decir que el pueblo católico puede hacer cosas divertidas, este tipo de celebraciones buscan ser algo diferente en la vida de los habitantes de la ciudad, quieren ser un escape para la cotidianidad y el estres que enfrentamos cada día, incluso para aquellos que no son católicos, este tipo de celebraciones muestra al mundo que se puede ir a la iglesia y seguir siendo un joven feliz y animado.