Quien se acerque a este diario hallará un secreto de corrupción de un alto funcionario del tesoro. Saber dónde están las joyas y el diario lo hace partícipe del delito; y no podrá zafarse de él, aunque trate de cerrar el diario por miedo. Quiero que sepa que este dinero puede ser suyo si el gobierno que está mandado deja la Presidencia de la República.

Este texto lo leyó Timothy en voz alta; mientras tanto David le decía:

—Amigo, usted se metió en un serio problema; y yo no tengo nada que ver con este secreto; yo simplemente lo acompañé a este lugar que Tony le mencionó —Las palabras de David eran una mezcla de reproche y de pavor.

—David, yo pensaba que tú eras un policía valiente. Por eso te pedí que me acompañaras —dijo Timothy.

—Bueno, te acompañé. Pero no sé de dónde tú sacas que yo soy valiente. No, hermano, yo soy muy miedoso. Mire, le voy a contar: En mi casa, mi esposa es quien mata a las cucarachas, a las culebras, a los rabipelados; y cuando se escuchan ruidos extraños en el techo; es ella quien se levanta de la cama a ver si es alguien que quiere meterse a robar; mientras tanto, yo me escondo debajo de la cama, porque no me gusta correr peligro. Por eso me ascendieron a "Sargento mayor". Así solo me encargo de mandar a los demás y de estar en la oficina, porque para eso sí soy bueno. Todo lo tengo organizado: los expedientes, los reportes, las actas de excarcelación y hasta el arbolito de Navidad lo decoro todos los diciembre en el comando. Mi mujer dice "Que yo tengo el trabajo perfecto para mí", jeje.

—Por favor, David, yo te creía más hombre. Con razón la policía de este pueblo no sirve para nada.

—Bueno, amigo, tampoco le voy a aceptar que me ofenda y mucho menos al prestigioso organismo de serguridad donde trabajo. Es más, ahora le exijo que me arregle el carro sin cobrarme nada, porque si no lo hace, me reuniré con quien ocupa el cargo del Tesoro y le diré el secreto del tesoro y usted irá a la cárcel, y sin dinero.

—David, por favor, no hay necesidad de llegar a esos extremos. A ver, déjame organizar las ideas: Lo primero que debo hacer al salir de aquí e ir a buscar a Tony para que me ayude con este problema; él debe saber cómo hacerlo. Además, buscaré a una gente que es buena para organizar campañas políticas, y me lanzaré como candidato a la Presidencia de la República. Lo venderé para invertirlo en la campaña y cuando gane la Presidencia, tomaré todo el tesoro que está allí guardado, y así recuperaré lo invertido. Así se acabará el secreto, y todos seremos felices.

—¿A quién te refieres con la palabra "todos"? —dijo David, señalando el entrecomillado con sus dedos índice —Habla bien: "Tú serás feliz". Dime ¿Qué cargo me vas a dar a mí?

—Cálmate, amigo, te noto muy estresado. Bueno, cuando yo llegue a ser Presidente, tú te encargarás del Tesoro, ¿Te parece bien?

—Ok, ahora sí nos estamos entendiendo bien. ¿Y cuándo comenzamos tu campaña a la presidencia de la República? —preguntó David, involucrándose ya en el proyecto de Timothy.

—Mañana mismo, amigo —respondió Timothy.

Habiendo acordado un plan con respecto a la riqueza encontrada; David y Timoty salieron de los pasadizos subterráneos del fuerte con destino a casa de Tony, y allí lo hallaron muerto con una nota que decía:

Por fin, descansaré en paz. Espero que ustedes sepan hacer las cosas bien.

Pasaron dos años. Timothy estableció alianzas con personas que estaban en la seguridad del Estado, y así logró sacar al Presidente de la República a través de un golpe militar; él ocupó la presidencia de la República y nombró a David encargado del Tesoro. Por eso, todo el que llegue a ocupar ese cargo tendrá la maldición de las reliquias escondidas: Robará siempre, pero detrás de él estará la sombra de la traición, el odio y el asesinato.

Me gustaría invitar a q2genomil, @evagavilan y @marcybetancourt.