En el seguimiento de **las pinceladas de ayuda psicológica**, hoy les comparto en la sesión: metáfora terapéutica una analogía con el cual se que muchos de nuestros usuarios se identifican pues **Las Redes Sociales** han abierto una gran brecha de comunicación donde están involucrado todas nuestras emociones, además, representa, como hago referencia en el título de la publicación, **Un Diván de Emociones** para trasmitir todo lo que sentimos en frases, imágenes, fragmentos o escritos que no solo proyecta nuestras alegrías y éxitos, sino además, ese malestar que sentimos internamente y queremos expandir como pólvora en una dirección determinada.

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Recientemente escribí una frase de inspiración, Ojo… los venezolanos también pensamos, y podemos extraer de nuestro cerebro frases inspiradoras, je je je, porque estamos acostumbrados a buscar frases en todo Internet para embellecer nuestras publicaciones y eso no está mal, porque la mayoría de las personas que escriben esas frases son grandes personalidades que han aportado a la sociedad excelentes teorías.

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Sin embargo, Siempre he pensado, que así como estos grandes escritores han dado aportes y han logrado llegar a grandes conclusiones teórica, nosotros también podemos hacerlo, así que, me propuse hacerme sentir a través de las redes sociales, colocando cada cierto tiempo en mis estados ya sea de Facebook, Instagram, Twitter, o Whatsapp frases de mi propia inspiración y actualmente estoy elaborando el libro PINCELADAS DE AUXILIO PSICOLOGICO una herramienta para todos de carácter psicoeducativa en el manejo de las emociones.

Ahondando en el tema, un diván , es un mueble, sofá, un lugar donde te puedes sentar con comodidad para relajarte, lo usa el psicólogo o el terapeuta en algunas ocasiones para escuchar las impresiones del paciente, lo que denominamos: hacer catarsis, allí expresas lo que sientes, el malestar emocional que estás viviendo luego en base a esta catarsis lograr el tratamiento psicoterapéutico o las técnicas que se van a aplicar para mejorar las condiciones de vida del paciente.

La analogía que quiero significar cuando hago referencia al diván de las emociones, es esa comparación que existe entre el diván y las redes sociales que utilizamos para hacer catarsis de todo aquello que nos hace sentir bien, pero, también y más contundentemente, aquello que sentimos hacia los demás y nos hace sentir muy mal por lo tanto, lo expresamos y difundimos.

Ahora bien, por este medio, expresamos los logros, avances, éxitos, emprendimiento y lo subimos a las redes de muchas maneras: fotos, videos, cumpleaños, graduaciones, y muchas formas más, con el propósito de compartir todas las vivencias con los seguidores , familiares y amigos y esto me parece genial, porque tenemos accedo a estos recuerdos en cualquier momento.

Sin embargo, veamos el otro lado del diván de las emociones. En este sentido, utilizamos ese mismo medio, esta vez haciendo catarsis, es decir, si tenemos que expresar sentimiento que nos afectan en contra de alguien que consideramos que nos hizo daño, utilizamos la red social porque no somos capaces de decirlo personalmente y es más vil decirlo a través de sátiras, ironías, frases intencionadas para que todo el mundo entienda a quien va dirigido. ojo, no decimos nombres para evitar situaciones que nos comprometan, aunque estamos claros que ese mensaje llevaba una espina directo al corazón ♥️ y llena de veneno.

Este tipo catarsis denominado diván de las emociones es utilizada por pueblos descontentos, hijos maltratados, esposas traicionadas, amantes, amigas desleales, enemigos e incluso, hasta menores de edad, que utilizan el celular, table o computadoras para exponer lo que realmente está dentro de nuestros corazones, hacer reír, descalificar, o para obtener grandes ingresos como influencer. Para muestra un botón: el caso más reciente, el comediante Breinel Zambrano quien actualmente esta siendo procesado por discriminación a personas discapacitadas.

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¿Cómo lo hacemos?, Manifestamos todo aquello que nos hace sentir mal o nos divierte hacerlo. Expresamos resentimiento, recelo, desprecio o amargura, hacia personas relacionadas con nuestro entorno, instituciones o grupos sociales, ventilando sentimientos perjudiciales, lenguaje obseso, malos deseos, sobrenombre , burlas y diferentes códigos de comunicación distorsionadas, para destruir, mal poner o dañar la persona que está del otro lado de la red social, es decir, lo hacemos con alevosía e intencionalmente, incluso, hasta con descaro sin el más mínimo sentimiento de sensibilidad. Cómo lo expresó el señor Zambrano, alias, La Titi con este tipo de comentario: **Amo y disfruto ver personas discapacitadas y mientras más deforme, lo disfruto más **. Esto es asombroso.

No quiero descalificar el beneficio de la tecnología en el uso de a las redes sociales que realmente es evidente, sin embargo, ¿cuánto bienestar podemos lograr cuando las utilizamos correctamente?, por ejemplo, una red de ayuda social, grupos de rescate, información verás, redes de bienestar psicológico, educación laboral y muchísimos otros beneficios a nivel biopsicosocial.

Finalmente, Quiero dejarte mis reflexiones en base a interrogantes para que usted pueda analizar este contexto: ¿realmente vale la pena utilizar las redes sociales para maltratar, herir o descalificar a las personas que no se ajustan a nuestro perfil?, ¿cómo puedo usar las redes sociales en beneficio de la humanidad?, ¿ todas las emociones dañinas que sientes hacia los demás realmente son sanadas cuando difundes estos mensajes de desahogo?, ¿Que Piensas sobre el dicho: Las águilas no cazan moscas?, ¿sientes que tu estabilidad emocional entra en n equilibrio cuando dejas escritas en las redes todo está información vengativa?, ¿vale la pena responder a estas provocaciones malsanas?.

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No digas nada en línea que no querrías que fuera expuesto en un anuncio panorámico con tu cara puesta en él – Erin Bury, Sprouter