Saludos @abdullaht, tu introducción al concurso me gustó mucho y me quedo con esta emotiva parte:
"Cada emoción tiene su propio sabor en la vida. Como el sabor de la comida se siente en la lengua, el sabor de las emociones se siente en el corazón".
Totalmente de acuerdo que la alegría propicia un sabor dulce, y el mango y la miel son muy buen ejemplo para ello. Por otra parte, la ira infiere un sabor picante y drástico , pura tanto, no es descabellado que el cocinar con ira cambie para mal el sabor de los platillos preparados.
Para concluir, es lógico que el chocolate ilumine tu alma con su gran sabor, su dulzura es relajante. En fin, tal cual dices, distintos sabores como en las comidas, también tiene la vida.
Gracias por compartir tu amena e interesante participación con nosotros.