Venezuela, un pesar diario.
Relato
Hola, soy de Venezuela y vengo a comentar una realidad
Quizás, si no sabes de la situación de Venezuela, desconoces que se vive bajo un sistema “Socialista”
Socialismo, socialismo es hambre, socialismo es fracaso, socialismo es corrupción
¿Mis razones? Vivirlo, toda mi vida, o al menos sólo conocer este modelo al no vivir bajo otro gobierno conscientemente
¿Resentimiento? Demasiado
¿Atada?
Cada día.
Si queda algún defensor de este sistema fracasado a través de la historia, me gustaría leer sus razones, las mías las ampliaré en otro post
No quisiera iniciar con este tipo de contenido pero el ambiente me bombardea miseria que no puedo dejar de escribir.
Hoy, en el trabajo hablaba con Leonardo. Quien es el chofer de la empresa en la que trabajo, si bien no somos amigos, en este país es cotidiano comentar los obstáculos con cada persona que se entabla una conversación, algo común en Latinoamérica es la cercanía con desconocidos en una fila de panadería, en un banco, nadie puede estar callado, y el que no participa, escucha y emite juicio en sus pensamiento. Desde hace unos años, las conversaciones son en realidad quejas, quejas colectivas, personas buscando empatía con otras personas acerca de su miseria, la miseria colectiva.
Leonardo, hombre honesto trabajador, Yadira; su esposa, ama de casa que busca ayudar con sus habilidades de costura y cocina. Personas opositoras, con opositoras no me refiero a pertenecientes de partidos políticos, sólo al hecho de no apoyar este gobierno desde la convicción y sin idealizar o esperar por salvadores. Su sueldo y las ganancias de Yadira simplemente no les alcanza para dar de comer a sus 2 hijas, Leonardo suele decir que se le “Quedó “ el almuerzo, o que su esposa se levantó indispuesta y él no sabe cocinar para no caer ni incomodar al resto del personal en la hora del almuerzo. Todos sabemos qué sucede en realidad. Primera cachetada
En la tarde, Leonardo me pide revisar sus “carnet de la patria” Ese que todos critican porque evidentemente se acostumbró a la gente a querer recibir cosas sin trabajar. No los culpo, 19 años, proceso lento, nadie se dio cuenta y ya era demasiado tarde. El carnet de la patria es una especie de documento de identidad en el cual te llegan bonos cada cierto periodo, que no es mucho en realidad, pues te puede alcanzar para un kg de queso y unas verduras cuando mucho, es una miseria, pero, los 700.000 bsf de la quincena de Leonardo los gastó el mismo 15 y no logró comprar ni el 20% de la canasta básica. Leonardo debe esperar al 30 para ver un saldo positivo en su cuenta bancaria, a Yadira no le han solicitado trabajos. Y Gabriela… Gabriela su hija de 4 años no deja de llorar cuando a las 6 de la tarde tiene hambre y en su casa no se pueden permitir más de 2 comidas diarias. He allí cuando ellos, caen, con todo el pesar pero caen de rodillas a esperar las migajas.
Cuanto pensé en esto hoy, cuantas vueltas le di al asunto.
Me calme, respiré, agradecí por lo que tengo.
7:00 PM, llamo a mi madre, con quien no quería hablar últimamente, pues sólo me hablaba de peleas con mi padre, no había ningún “¿Cómo te fue hoy? ¿Qué hiciste?” Desde hace más de 2 meses. Mi egoísmo.
Mi egoísmo.
Un golpe a lo lejos
Escuché un reclamo de mi padre, no distinguí muy bien palabras, sólo un tono me lo dijo todo, mi madre sólo respondió con un “¿te volviste loco?”
Otro golpe, más cercano.
Una puerta.
Silencio.
¿Qué paso? Pregunté
Silencio.
-“Tu padre anda amargado porque no hay comida en la nevera, no alcanzó para comprar el café además, no tenemos dinero y no deja de pelear por eso”
+“No le han dicho nada del trabajo que anda esperando?”
Silencio.
Gimoteos
-“Hija no sé qué vamos a hacer”
Impotencia
Lagrimas de parte y parte.
Quisiera seguir el relato, pero hasta aquí creo que me lo puedo permitir.
Gracias por leer. Este es mi desahogo, no se preocupen, por mi parte, se que todo va a salir bien.
Los pocos que defienden el sistema socialista ya no pueden defenderlo, solo alegan que en otros países la crisis es peor, lo defienden a pesar de que esta comiendo yuca con agua, y de que están tan delgados que dan ganas de llorar. Me parece un verdadero caso de estudio psicológico cuando alguien defiendo algo que le hace daño.
Saludos, buen post