¡UN VIAJE INOLVIDABLE!
En la mañana de mi decimosexto cumpleaños, el reloj marcaba las 10:30 am; divisando desde la lejanía a la monumental estructura vestida con su túnica y una paloma blanca sostenida en su mano derecha, esperando dispuesta a sus visitantes para mostrarles desde su interior la majestuosidad del paisaje que componen una parte de las montañas andinas venezolanas y hasta más. En ese preciso instante supe que tenía un objetivo y pensaba lograrlo a como dé lugar.
Caminábamos una curva con árboles ciertamente consecutivos, tan seguidos que daban una vista maravillosa e inusual que hacían deslumbrar mis pupilas. Esa sensación que transmitía el sol tenue combinado con la temperatura baja propia de la zona trujillana, creaba un ambiente mágico.
Nos sentamos en una larga banqueta para conversar sobre cualquier tema, deleitándonos con el sublime paisaje y la grandeza de aquella estatua religiosa. Y es así como llegaba a la misma conclusión: para mí era tan importante explorar otros destinos, como sentir quienes formaban parte de mi familia, justo allí, creando nuevos relatos y anécdotas que quedarían grabadas para siempre en mis entrañas.
Una señora mayor, estaba entregando folletos sobre los orígenes históricos de la construcción, desde luego mi padre, un hombre que he admirado con tanto fervor, se dirigió hasta ella para alcanzar uno. Comenzamos a curiosear el interior del folleto y éste argumentaba:
El Monumento a la paz, también llamado Virgen de la paz es una obra de 1200 toneladas, de 47 metros aproximadamente, diseñada por Manuel de la Fuente en el año 1983, ubicado en el Estado Trujillo- Venezuela, siendo la estatua más alta de TODA América, un símbolo para la Paz Mundial.
Al recorrer el sitio, mi hermano y yo vislumbramos una atractiva y singular capilla en forma de domo, capturando el momento para el recuerdo.
Y desde luego allí estaba yo, frente a esa obra arquitectónica más hermosa e impresionante que jamás haya visto.
Entretanto subía las escaleras que rellenaban el interior de la imponente escultura, mi progenitor quién me acompañaba en ésta nueva aventura, me esbozaba una amplia sonrisa. Cuando llegamos al primer mirador, un gentil hombre nos explicaba que nos encontrábamos a la altura de la rodilla de la Virgen, pudiendo observar la Ciudad de Trujillo y sus paisajes verdes. Proseguimos hasta llegar al segundo mirador, sin detenernos. En el tercer mirador me localizaba en la mano derecha de la Virgen, en la paloma blanca que ésta sostenía; volviéndose densa la neblina, feliz pero a la vez intranquila porque pensaba en qué no podría admirar todos los horizontes.
Entre más subía escaleras, podía sentir como la adrenalina corría por mis venas, evitando a toda costa sentir el cansancio que ocasiona subir más de 200 escalones. En el cuarto mirador habían muchos visitantes aglomerados, me quedé por un rato esperando si en algún momento la neblina se disiparía, como quién aún no pierde la esperanza.
Al terminar los escalones, finalmente me hallaba allí, en los ojos de la magnífica obra. Me acerqué con cierto temor por no poder apreciar el horizonte que la neblina podría impedir extasiar, al echar un vistazo desde un ojo de su gigantesco rostro, me encontré con la sorpresa, como si de un milagro se tratase, mágicamente la bruma ya se había esfumado. Y ese era el mejor regalo que pude haber recibido, ver esa majestuosa vista panorámica a través de la suya, ver con nuevos ojos todos esos lugares que se expandían delante de mí, desde la Ceiba hasta parte del Estado Lara, experimentando una calma intensa, y percibiendo la conexión de dos regiones diferentes pero con un mismo vínculo nacional: desde las extraordinarias tierras andinas y su extenso relieve montañoso podía observar mi esplendoroso y preciado ¡LAGO DE MARACAIBO!
“El verdadero viaje de descubrimiento no es buscar nuevas tierras sino mirarlas con nuevos ojos”. –Voltaire.
¡Nos leemos en la siguiente ocasión, una abrazo cibernético!
Yo hace años tuve la oportunidad de visitar el monumento a la virgen de la paz. Una estatua imponente y magnifica, y un sitio turístico poco aprovechado en nuestro país. Al llegar a la cabeza del monumento, confieso que sentí claustrofobia por el pequeño espacio que hay, pero la pasé de maravilla. Pronto espero compartir fotografías de ese viaje.
Saludos!
Estoy totalmente de acuerdo @dagnycastillo y estaré ansiosa esperando las fotografías en la gigantesca Virgen. ¡Te sigo! Un saludo!
Wao...okay, me gusto mucho en la forma que usaste para relatar en forma de prosas. Naguara, se ve un esplendido y chevere viaje. Sigue así ¡Saludo!
Muchas gracias, me alegra que te haya gustado! ¡Te sigo! Un saludo al cuádruple! @jonaskalud
Un lugar que merece un mayor sitial en la información turística del mundo, al nivel o mayor que el Cristo de Corcovado. Genial entrada.
Lamentablemente es así, un espacio turístico escasamente valorado, siendo incluso unos centímetros más alto que ese monumento y la estatua de la libertad. ¡Bendiciones! @jeanfreddy n.n'